El único festejo de lidia y muerte del serial taurino de la Villa del Alabastro se saldó con la salida a hombros del torero mexicano Octavio García, El Payo, tras cortar las dos orejas de Comerciante, un toro colorado oscuro de Ojailén que cerró la función mixta. Y sus compañeros de terna, Guillermo Hermoso de Mendoza y Emilio de Justo no pudieron ser izados a hombros junto al azteca porque no pudieron sumar otro trofeo, para sumar dos, por culpa del mal uso de la hoja de peral y la espada, respectivamente.
La instantánea que recoge esta crónica revela la buena colocación y buen gusto de El Payo es un sobresaliente producto del universitario malagueño Mario Hinojosa, en prácticas en el coso cirbonero. Coso que lució con una buena entrada y un mejor ambiente en todos los tendidos. Muy buena armonía entre el sol y su charanga y los brillantes sones de la Banda de Música Municipal.
Armonía que, con sapiencia y generosidad, quiso la parroquia de la villa para poner todo lo que faltó a los protagonistas en el ruedo. En especial, a la materia prima por su presentación y, sobre todo, fuerza. Los toros para rejones, uno luso del hierro de Rosa Rodrigues, y otro del campo de Noveleta y propiedad de la Casa Hermoso de Mendoza, fueron algo chicos y tuvieron escasa movilidad ante la exigencia de Guillermo Hermoso de Mendoza. Casi todo lo tuvo que poner el joven centauro estellés y sus monturas. Mas lo más importante, la suerte suprema, no sumó a dos esfuerzos para cosechar todos los trofeos que se auguraban. Al primero de la tarde, Guillermo lo exprimió, pero perdió una o dos orejas con el acero desde el caballo. Ante el cuarto, de la divisa de su finca familiar, lo volvió a exprimir a pesar de su corto recorrido y entrega. Medio rejón al tercer intento. Oreja para llenar de contenido mentada armonía. Se esperaba con ganas a Emilio de Justo por su temporada ascendente, ya recuperado de graves percances anteriores. Topó con dos toros bajos y de buenas hechuras, pero que rozaron la invalidez. Al primero le aplicó una labor de enfermero con tandas cortas y sin terminar de acoplarse. Algo destemplado con la pañosa y frío en su puesta en escena. Estocada caída y una orejilla para la armonía festiva. Ante su segundo dejó como para recordar algo unas mecidas verónicas de salida y unos trincherazos muy encajados que hicieron brotar olés de los aficionados más duchos y atentos. Otra vez la invalidez y el poco pisar otros terrenos dejó la cosa en insípida. Aún así, pareció que perdía la salida a hombros al matar mal. El Payo no tuvo opción ante su primero, que se derrumbó un par de veces. Al sexto, otro animal cogido con hilos, lo entendió, le dio pausas y una perfecta lidia. Se gustó y gustó por su temple y donosura. Dos armónicas orejas.
LOS TOROS
Ganaderías. Cuatro toros de Toros de Ojailén para lidia ordinaria. Y dos despuntados para rejones, el 1º de Rosa Rodrigues y el 4º de Hermoso de Mendoza. Corrida correcta, pero sin esxceso en peso y asticortos. Nobles y muy flojos los de Ojailén. Con Escasos de buen son y recorrido los de rejones.
TOREROS
Guillermo Hermoso. De campero con chaqueta azul. En el 1º, saludos. En el 4º, oreja.
Emilio de Justo. De catafalco y oro. En el 2º, oreja. En el 5º, saludos.
El Payo. De azul y oro. En el 3º, silencio. Y en el 6º, dos orejas.
LAS GRADAS
Presidencia. Bien a cargo de Marcos Navascués.
Incidencias. Tarde agradable. Tres cuartos. Excelente ambiente.