El Paloteado de Murchante renueva sus personajes
Vecinos y forasteros disfrutaron ayer de la edición XVIII del Paloteado de la localidad, una representación llena de sorpresas y cargada de humor y críticas municipales, como manda la tradición
20.30 horas de un 15 de agosto en Murchante. Calor, mucho calor. Y la plaza de los Fueros repleta de gente desde horas antes. Entre abanicos, vasos llenos de hielo, y mucho alboroto, las gaitas comenzaron a sonar a lo largo de la calle Mayor para dar la bienvenida a los y las dantzaris del Paloteado de Murchante.
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El acto dio ayer el pistoletazo de salida con normalidad, hasta que el Rabadán (Héctor Chueca), pisó el escenario junto a los dantzaris para bailar la tradicional cúpula. Fue ahí cuando los nervios comenzaron a aflorar entre el público, pues la expectación por conocer la identidad del nuevo Mayoral era notoria en el ambiente. Pero esta fue solo una de las primeras sorpresas de la tarde de ayer. El tradicional pastor murchantino arrancó con la edición XVIII de su Paloteado en solitario. Hasta que el Ángel (Jesús Simón) subió al escenario interrumpiendo los primeros chascarrillos para anunciar que dejaba el cargo de salvador. “Tantos años de guardián/ protegiendo al vecindario/ Ahora voy a descansar/ no más guerras con el Diablo”, versaba la estrofa con la que este personaje se despedía del tablao tras 16 ediciones representando al Ángel murchantino.
Tras este anuncio la plaza se puso en pie, sin esperar que la siguiente sorpresa tardaría escasos segundos en irrumpir. Era la nueva Mayoral del Paloteado de Murchante, que subió al tablado de la Plaza de los Fueros con firmeza y seguridad para tomar las riendas de la representación. Yone Ullate Casajús, de 24 años, comenzó su andadura en el grupo asegurando que toma el relevo de Aimée Fernández (anterior Mayoral), muy decidida a mandar en el escenario.
A la consecución de sorpresas durante el inicio del acto le siguieron las habituales risas y aplausos. Historias, chascarrillos, anécdotas y alguna crítica municipal protagonizaron la hora y media de duración del Paloteado. Algunos de los temas recurrentes se dieron paso con las habituales cortesías de las dantzaris, que este año se focalizaron en la corrupción nacional, la polémica entre los vecinos y las peñas, así como la denuncia a la inactividad del consistorio local ante las obras del Centro de Día.
Diabla murchantina
Tres actos y seis bailes después, llegó uno de los momentos más esperados. La conocida diabla murchantina (Aroa Berrozpe) irrumpió en la plaza poniendo todo patas arriba, y además, pilló al Mayoral y Rabadán por sorpresa, que no contaban con la protección del Ángel para salvar a los murchantinos. Pero como el día iba de sorpresas, el acto final del Paloteado no iba a ser menos. Entre aleluyas y un aura muy espiritual, Arturo Aguado Gómez, de 22 años, puso el pie en el tablado por primera vez para defender de los ataques infernales a los y las vecinas de la localidad.
Con la habitual muerte del Diablo, muy cargada de ironía y humor al tratarse del primer cara a cara entre la veterana Aroa Berrozpe y el nuevo personaje, el Paloteado de Murchante echó el telón en una edición marcada por las risas y los contundentes aplausos de vecinos y forasteros que visitaron la localidad. “Algunos querrían más/ Otros seguro que menos/ Con la ayuda de San Roque/ el año que viene… ¡Nos vemos!”.
Y para rematar la noche, Murchante recuperó La Torre de esta representación con un colofón muy especial. El murchantino y campeón navarro de Gimnasia Rítmica en la categoría alevín mixto, Álex Alfaro, subió a la cúspide de esta estructura humana para poner el broche final a una noche de ensueño con el tradicional “¡Viva Murchante y viva San Roque!”. – Diario de Noticias