Uno de los temores de la sociedad actual es pasarte de hora en el aparcamiento regulado (también conocido como zona azul, OTA, etcétera) o jugártela a no poner el ticket y que al volver al coche tengas una multa puesta por el revisor, que justo ha pasado por esa calle en el momento exacto para darte el disgusto. Algo que, por otra parte, es su función, para eso les contratan, aunque se conviertan para algunas personas en el blanco de sus iras. Y eso que hoy en día con la posibilidad de pagar a través de aplicaciones en el teléfono móvil no hay que volver al parquímetro para ampliar la duración, sino que se puede ir prolongando el ticket virtual casi minuto a minuto.

720 robos, un millón de euros

Aun así, se ve que mucha gente sigue pagando con monedas en los parquímetros. Sólo así se explica que hayan detenido a un vigilante de la zona azul en Kempten (Alemania) y a su mujer por haber robado más de un millón de euros en monedas de los parquímetros de esa ciudad germana de 65.000 habitantes situada al suroeste de Múnich y muy cerca de la frontera de Austria, Suiza y Liechtenstein. No se sabe a lo largo de cuánto tiempo han tenido lugar esos robos, pero tuvo que ser mucho para poder alcanzar tal cantidad de dinero en una ciudad de pequeño tamaño y sin que nadie se diera cuenta.

Según explica la Policía local, el revisor extraía las monedas y las ingresaba en diferentes cuentas bancarias a las que tenía acceso su mujer. Así actuaron, vigilante y cómplice, en 720 ocasiones, hasta que una institución financiera, en un informe sobre blanqueo de capitales, alertó de lo que estaba sucediendo. La Fiscalía de Kempten investigó y comprobó el modus operandi de la pareja, y este lunes los pilló in fraganti manipulando el dinero en un registro en las oficinas bancarias, con lo que procedió a su detención.

El alcalde anuncia medidas

El alcalde de Kempten, Thomas Kiechle, ha declarado tras conocerse los hechos sentirse "sorprendido y consternado" por las acusaciones de robo al vigilante. Y ha asegurado que, aunque respeta la presunción de inocencia hasta que finalice el procedimiento, el Ayuntamiento, que apoya la investigación de la Fiscalía y de la Policía, creará una comisión para comprobar cómo trabajan estos vigilantes y ver cuáles son sus fallos y los posibles remedios para que algo así no pueda repetirse en el futuro.