Aunque aprovechan la mitad de la legislatura para hacer un balance político de estos dos años al frente del Consistorio después del giro a la izquierda que se produjo en el municipio las pasadas elecciones, tanto la edil Maider Villanueva, más centrada en dejar todo listo para la celebración de estos días en honor a San Bartolomé, como la alcaldesa, Esther Villanueva, con una fotografía más amplia de la situación local, dejarán de pensar en los problemas del día a día para sumarse a marcilleses y marcillesas y sacarle chispas a las tan esperadas fiestas patronales.

¿Cómo viven los momentos previos al arranque festivo?

E.V: Lo cierto es que con nerviosismo, y es que los días previos es como que me acelero y preocupo por ver si está todo listo; que sé que sí, pero me entra la incertidumbre.

M.V: Ultimando y limando detalles, pero tenemos muy buenas técnicas que dejan todo listo y eso da mucha seguridad.

“Lo más complejo a la hora de cerrar el programa es intentar que haya actos para todas las edades; es muy difícil contentar a todo el mundo”

¿Qué es lo más complejo a la hora de cerrar la programación para estos días?

M.V: Intentar que todo el público tenga sus actos; es muy difícil contentar a tanta gente, pero creemos que hay actividades para todas las edades; los más txikis, la edad más complicada que no son ni niños ni mayores, los adolescentes y los adultos.

¿Por qué ha decidió que sea el concejal Daniel Navarro el que lance el chupinazo?

E.V: Según la tradición marcillesa, cada año le corresponde a un a un grupo político tirarlo. El primer año fue el PSN, porque siempre empieza el grupo que gobierna, el año pasado decidí que continuaba Contigo Zurekin, socio de Gobierno, que hizo un proceso participativo, y este año le toca a UPN, y ellos mismos han decidido a la persona.

¿Qué destacan de Joseba Malo, Pañuelo de Honor 2025?

E.V y M.V: El Ayuntamiento abrió un proceso participativo de candidatos por primera vez. La ciudadanía presentó, con unas bases muy, muy marcadas, a cinco personas, y los miembros de la corporación nos reunimos y votamos; hubo un empate, así que el galardonado salió en segunda vuelta. Este marcillés, con sus escasos 37 años, tiene una gran trayectoria de paso y gran implicación en las asociaciones; gigantes, danzaris, scouts, banda y, aunque se salga de alguno de los grupos, le llamas y ahí está. Hay más personas con este perfil, sí, pero no fueron propuestas.

¿Qué presupuesto manejan para estos días y hay algún cambio sustancial en la programación?

M.V: 240.000 euros para todo el mes de agosto; fiestas grandes y pequeñas, a lo que hay que sumarle jefes de lidia, ambulancias, médicos, acometidas eléctricas, etc. Como novedades destacaría un cambio en el recorrido de las vacas tres mañanas, en el encierrillo de las 9.00 horas, a modo de prueba error, seguimos con el Chupinazo’s camp, viene un escape room con un camión, va a haber una exhibición de bike trial y el Campeonato Mundial de la Rabiosa cambia de manos. Además, el 28 vienen los danzantes de San Lorenzo a la misa de San Agustín, hay una trashumancia urbana para los más pequeños, que les gusta mucho y hay afición, habrá DJs y alguna otra sorpresa. Los ejes son los que son, pero sí que se pueden meter más cosas por las tardes. De hecho, hay muchas cuadrillas que colaboran y organizan juegos.

En el área de Festejos… ¿Qué es lo más ingrato y lo más satisfactorio?

M.V: Lo más satisfactorio es ver cómo disfruta la gente, y lo más ingrato, todo lo que te llueve detrás. Contentar a todo el mundo es difícil, pero sí que en fiestas gana lo bueno porque, además, aquí la gente responde a lo que se organiza. Es una concejalía bonita; es el escaparate.

¿Cómo le venderían las fiestas de Marcilla a alguien de fuera?

E.V y M.V: Que venga y se deje sorprender. Estamos siempre por la calle, siempre hay ambiente, da igual la hora que sea… Desde el punto de la mañana todos nos concentramos en la plaza, que es el punto neurálgico; encierros, almuerzos, dianas, música... En Marcilla somos muy de plaza.

Cambiando de tercio, y ya en tono político… Alcaldesa, con el ecuador de la legislatura superado, ¿qué balance hace de este tiempo al frente del Consistorio?

El balance que hago es positivo, con sus sombras, pero positivo pese a que, como en Festejos, contentar a todo el mundo es imposible. Considero que se está avanzando en inversiones, sobre todo, también se están haciendo mejoras en el pueblo y estamos apostando por Festejos y Cultura en gran medida.

¿Qué proyectos han sacado adelante y cuáles restan para lo que queda de legislatura?

En Sanidad se ha llevado a cabo la reforma del consultorio médico; en Educación, el cambio de los baños, el patio escolar, la sala ikasNOVA y la de grabación; en Deportes, la reforma de los vestuarios de las piscinas, ahora en agosto comenzamos las salas anexas y, para el final de la legislatura, el resto del proyecto con baños para el pádel y la zona de autocaravanas. Está la obra de la pasarela que, aunque parece que está parada, en septiembre veremos el montaje completo y esperamos poder inaugurarla en octubre o noviembre. Atendemos todas las demandas urbanísticas, que son muchas, se ha cambiado la iluminación del puente del castillo, hemos hecho mejoras en la plantilla orgánica, tanto a nivel económico para los trabajadores como en la ampliación de nuevos trabajadores, se han licitado contratos que llevaban más de 10 años de forma irregular, hemos cerrado con un superávit de 860.000 euros, aumentando el remanente de tesorería y, para lo que resta, habrá que cambiar la sala de calderas de la residencia de ancianos, hacer una nueva licitación en la empresa de limpieza para incluir más servicios, y hay previsión de cambio de la iluminación de toda la plaza, entro otros.

¿Cómo es la relación con el resto de los partidos políticos?

La oposición diría que es más crítica que propositiva, y con Contigo Zurekin se sigue trabajando en buena armonía.

“En el COA había cambios previstos que se aceleraron con los incidentes; se está saliendo del error marcillés en cuanto a espacio y gente”

¿Se han calmado los ánimos con respecto al COA?

En el COA había cambios previstos que se aceleraron con los incidentes. Hasta el momento lo que se ha hecho ha sido sacar a chavales de forma progresiva, se está saliendo del error que se cometió en Marcilla de habilitar un gran espacio para muchas personas, y se les está distribuyendo por toda la geografía navarra en pequeños grupos. A día de hoy hay 41 menores y una previsión de seguir bajando el número. Otro de los cambios muy significativos que se ha hecho ha sido en la dirección y organización del propio COA. Lo que hay que dejar claro es que el Ayuntamiento no tiene competencias dentro; podemos salir a manifestarnos, pedir, ir al departamento… pero no tenemos la potestad para actuar. Está claro que hay un mayor control por parte del centro, porque se ve y se aprecia en la calle y, además, está claro que los que allí están son adolescentes y tienen picardía, como todos los de su edad. Además, desde el Consistorio se están celebrando reuniones de coordinación de forma continua y periódica con el centro y los departamentos de Servicios Sociales e Interior del Gobierno de Navarra.

“Soy optimista sobre el puente que nos une con Villafranca; no reúne condiciones de seguridad, es estrecho y con mucho tráfico”

Además del hito de lograr la pasarela ciclable, acaban de reunirse con el Ejecutivo para hablar del puente que les une con Villafranca. ¿Son optimistas al respecto?

Llevo reuniéndome con el departamento desde el principio de la legislatura porque uno de mis objetivos es solucionar qué se puede hacer ahí. El año pasado en agosto se comprometieron a hacer un estudio de alternativas y, al no tener respuesta, solicité una nueva reunión en la que me acompañaron tres Ayuntamientos más. Soy optimista; hay buenas perspectivas, pero tampoco está en nuestras manos; no es nuestra competencia. De hecho, son muchos los años que se lleva detrás de este proyecto, como con el COA, que no ha sido competencia ni esta legislatura ni la anterior. El puente es importante porque es una obra centenaria que no reúne condiciones de seguridad; es estrecho y es la única forma de pasar el río, aunque después estará la pasarela para bicis y peatones… pero está muy deteriorado por el incremento de vehículos. Además, que quede claro que pasa por Marcilla, pero es comarcal y como tal lo defiendo. Lo que sí que he pedido es que, mientras tanto, implementen alguna medida de seguridad ya que por ahí, además, pasa el alumnado del instituto todas las mañanas.

Van a ampliar el IES y, además, a implantar FP Básica… ¿En qué le beneficia a la población?

Le beneficia, sobre todo, al alumnado y al profesorado porque ahora hay alguna clase que se queda muy pequeña. Da amplitud y permite crear nuevas aulas para FP. Las obras del instituto se deberían de haber empezado este verano, pero hubo un problema burocrático que ha llevado a un retaso considerable en la licitación. La previsión es que, en octubre o noviembre, arranquen.

¿Cómo es el tejido asociativo en el municipio?

Muy rico y activo. Tanto las asociaciones, como las cuadrillas, que también se implican mucho. La procesión de San Bartolomé, me atrevo a decir que podemos ser la envidia de la zona con banda, danzaris, gaiteros, gigantes, joteros…

¿Qué carencias debería solventar la localidad?

Como todas las poblaciones del país, tenemos la problemática de la vivienda. Desde el Ayuntamiento se ha impulsado vivienda y, quizás, no con todo el éxito previsto, puesto que a día de hoy todavía hay mucha sin vender. La gente joven sí que compra pisos viejos y los reforma, hay terrenos y, además, ha crecido la cultura del alquiler. Y, por otro lado, a mí me parece que también es bastante carente el estado de las calles; el problema es que hay que asfaltarlas y eso vale muchísimo dinero y no se puede hacer sin renovar las redes de pluviales y fecales. Por lo tanto, vamos parcheando.

Y, por otro lado, ¿qué ofrece Marcilla para que la gente quiera quedarse a vivir ahí?

Aquí tenemos todos los servicios que se necesitan para pasar la semana. Tenemos una gran agenda cultural, deportiva y festiva. En educación, tenemos oferta desde los 0 hasta los 18 años. Hay mucho ocio, biblioteca, consultorio, una zona deportiva con numerosas posibilidades, industria y comercio. Además, el porcentaje de paro es muy bajo, un 5%. Lo que está claro es que los marcilleses y las marcillesas somos de gran arraigo.