Un millón de kilos de basura en 10 días, que vienen a costar solo al Ayuntamiento de Pamplona más de 500.000 euros. San Fermín es una fiesta que se vive en la calle, y no hay más que ver cada amanecer cómo se queda el Casco Viejo para constatar que fiesta y basura son un binomio difícil de separar. Si un día cualquiera en la Pamplona cotidiana se generan en el Casco Viejo 9,7 toneladas de residuos, según datos de 2016 de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, en San Fermín la cantidad se multiplica por más de diez. 113 toneladas al día, o lo que es lo mismo, 113.000 kilos de basura. Y aunque los servicios de recogida se intensifican durante estos días, y trabajan a contra reloj para darle la vuelta a las calles, las imágenes dan la vuelta al mundo entero. 1.134.000 kilos de desperdicios en 10 días son difíciles de esconder.

Iniciativas para reducir los residuos en San Fermín las ha habido, y muchas. Ya en 1986 se puso en marcha aquella famosa campaña No te cortes la fiesta, con el objetivo de reducir el vidrio, sobre todo en el Chupinazo, por el peligro que conlleva para los viandantes, y en 2011, además, se llevó a cabo la prohibición de meter botellas en el cohete. Se introdujeron los baños portátiles, desde 2008 cientos de papeleras rojas se colocan durante las fiestas por el Casco Viejo, y en 2016, por ejemplo, se echó repelente de orines en determinadas fachadas y se comenzaron a colocar contenedores de recogida selectiva para fomentar el reciclaje también en la fiesta.

VASO REUTILIZABLE La última idea que el área de Ecología Urbana quiere poner en marcha este año es la implantación de un sistema de vaso reutilizable en los Sanfermines, con lo que se intentaría reducir el plástico que se genera. Porque el vaso de plástico del suelo, aquel pisoteado y mezclado con la suciedad, y transportado con el barrido diario, no puede recuperarse. Por eso, porque va revuelto con otro tipo de residuos, es tan difícil cuantificar la cantidad de vasos desechables que se generan en la fiesta, y uno solo se hace una idea de lo que suponen cuando los ve amontonados en medio de Estafeta o de la plaza del Castillo, después del barrido de los empleados municipales: “El vaso está en todo, en el barrido del suelo, en las papeleras, en los contenedores que sacan los bares después de cada noche... Excepto en el contenedor de vidrio”, explica Carmen Lainez, responsable del área de residuos de la MCP.

Este viernes el concejal de Ecología Urbana del Ayuntamiento, Armando Cuenca (Aranzadi), presentó la iniciativa municipal para las próximas fiestas de San Fermín: el fomento del vaso reutilizable, lo que va a conllevar incluso que el bando municipal incluya el consejo de reducir el uso desechable en las actividades hosteleras. De hecho, el Ayuntamiento va a exigir en todas las barras de concesión municipal utilizar este tipo de envase. Porque, según calcula el Ayuntamiento, de los restos que se barren del suelo, 422.820 kilos en 2016, en torno al 15% podría corresponder con vasos desechables, unos 64.000 kilos, que acaban enterrados en el vertedero, una afección demasiado dañina para el medio ambiente y la imagen de la ciudad.

La Mancomunidad de la Comarca de Pamplona sabe bien lo que supone la basura de Sanfermines. Carmen Lainez señala que “San Fermín es un jaleo a nivel de servicio de limpieza. Una parte de la recogida la realiza el Ayuntamiento a través del barrido (la Mancomunidad le cede camiones y él pone personal de limpieza), que se lleva todo lo que hay en el suelo y vacía las papeleras que pilla a su paso”. Pero después entran los empleados de la MCP a descargar contenedores, los Traperos de Emaús retiran el vidrio de los bares...

¿Qué ha ido pasando con la generación de basura en San Fermín? Como ocurre el resto del año, “los hábitos han cambiado y el residuo se ha ido incrementando”, dice Lainez, excepto los años de crisis, en que bajó. Los residuos crecen, y las prioridades de la Mancomunidad en fiestas se está centrando en “trabajar en la parte de recuperación. De ahí que la tendencia sea distinta en la recogida de vidrio, donde ya estamos en un 40% (el 39,12% en 2016) de cristal recuperado”.

1.000 contenedores Se calcula que en Sanfermines hay en torno a un millar de envases para depositar la basura (contando los de los bares), y de estos, 331 corresponden a los contenedores de la MCP instalados en la calle, que desde el año pasado además son de recogida selectiva. Por eso, las botellas de plástico y vasos deberían tirarse al amarillo. Además, el Consistorio coloca unas 1.000 papeleras rojas de gran tamaño y de 120 litros de capacidad cada una en unos 20 emplazamientos. Asumir la recogida de basura en el Casco Viejo durante las fiestas supone un incremento de 70.000 euros para la Mancomunidad de la Comarca (60 operarios realizan las tareas). En el caso del Ayuntamiento, según explican desde el Servicio de Limpieza Viaria, si normalmente trabajan 100 operarios, en San Fermín el personal llega a los 241 (199 solo el día del chupinazo), por lo que el coste del servicio es de 450.000 euros, a 45.000 euros por día, el doble que en un día normal (20.000). El personal corresponde a la contrata con FCC, mientras que la limpieza vertical (papeleras) es asumida por Tasubinsa.

Papeleras de 1.000 litros El Ayuntamiento prepara cada año un amplio dispositivo de limpieza. El servicio “lo marca el recorrido del encierro”, aunque “en general se pretende que a lo largo de la mañana la ciudad recupere la normalidad”. Y año a año, se introducen novedades para mejorar la limpieza y contrarrestar los comportamientos, en casos demasiado incívicos, de los ciudadanos.

Fuentes del Servicio de Limpieza Viaria avanzan que este año se va a apostar por la recogida, aumentando el número de papeleras. A las habituales de 120 litros (ya unas 1.000), que se van a incrementar, sobre todo como refuerzo en Carlos III y Roncesvalles, se van a sumar “unos 20 contenedores rojos de 1.000 litros para facilitar que la gente pueda depositar los residuos”. Estos maxienvases se van a ubicar en la campa de Autobuses y en la plaza del Castillo (aunque de día se quitarán estas últimas). Pero además, según añaden, se van a colocar bolsas blancas en las papeleras sanfermineras de 120 litros: “Con estas bolsas blancas se pretende realizar una recogida separada de residuos. Este año será una prueba piloto, y se analizará en el vertedero si pueden separar los residuos tipo envase”. De hecho, si funciona, “en los próximos años se implantarán en todas las papeleras sanfermineras de la ciudad”.

Concienciar al ciudadano Porque reducir los residuos de la fiesta debe ser un compromiso ciudadano. Carmen Lainez, de la MCP, confía en que las nuevas generaciones logren introducir nuevos hábitos como el uso del vaso reutilizable: “Los hábitos cuestan mucho de cambiar, pero confío en las generaciones que vienen por detrás”, generaciones que ya han asumido como normal el vaso que la barraca del Oinez ya impulsó hace 10 años, o el que Gora Iruñea! puso en marcha también hace una década en varios bares y peñas del Casco Viejo. Por citar un ejemplo, en el recinto del Oinez “se recupera casi el 80% de los residuos. Se recupera mucho, pero también se evita mucha generación de residuo”. Y añade: “Ojalá se pudiera conseguir la implantación del vaso reutilizable, aunque es difícil porque en la hostelería y el consumo festivo intervienen muchos actores. El proyecto es precioso, un paso importante que llegará, como ha llegado en Baiona”. La vecina francesa lo implantó en 2011 y ya lo usan 285 bares.

El concejal de Ecología Urbana Armando Cuenca también confía en que la idea acabará cuajando: “No hay más que recordar cuando entró en vigor la Ley Antitabaco. Costó, pero hoy ya nadie entiende los bares con humo”, dijo. Cuenca explica que detrás de la iniciativa hay tres ideas: “Es una apuesta por reducir los residuos y por un ahorro económico en grandes eventos. Y, después, se trata de copiar lo bueno de un modelo de éxito como es el de Baiona”, un modelo que, de hecho, ya implantaron “movimientos sociales como Gora Iruñea! y el espacio del Oinez”. La iniciativa se va a trasladar a la normativa municipal. Este año, “con el fin de prevenir la generación de residuos”, se incluirá en el bando de San Fermín un apartado en el que se “recomienda el uso del vaso reutilizable” para todos los establecimientos del ramo de hostelería”, pero esto no acaba este año, ya que para 2018 “se quiere preparar una ordenanza específica sobre el vaso”.

El responsable de Ecología Urbana entiende las reticencias que se han generado en determinados sectores hosteleros con la medida, y en este sentido “expectativas tenemos todas. Después de dos años de trabajo con la hostelería, hay que reconocer que tanto hay gente favorable al cambio como en contra, pero se trata de empezar. Este 2017 no va a ser plástico cero, pero en el próximo 2018 confiemos en que sí”. La propuesta está ahí para quien la quiera seguir.