pamplona - Los grupos municipales se mostraron ayer divididos con respecto a la posibilidad de que la firma multinacional Ikea se instale en la Comarca de Pamplona. El asunto fue debatido en la Comisión de Presidencia a raíz de una propuesta de Aranzadi en contra de la llegada de la firma sueca. La propuesta fue derrotada, aunque logró sacar adelante uno de los seis puntos de la iniciativa, en la que se muestra el apoyo al comercio local.

Laura Berro se refirió a las explicaciones ofrecidas recientemente por el vicepresidente Económico Manu Ayerdi sobre la posible implantación de Ikea en los terrenos de la antigua Superser y acusó a Geroa Bai de no haber tenido en cuenta el impacto negativo para el sector del pequeño comercio local de muebles y decoraciones de interior.

Javier Leoz (Geroa Bai) recordó que las negociaciones con Ikea se cerraron al final de la pasada legislatura, poco antes del que llegara el nuevo equipo de Gobierno, y ofreció algunos datos sobre el dinero que los navarros se gastan en establecimientos de la citada firma situados en los alrededores y la recaudación fiscal si la operación fructifica.

Eduardo Vall (PSN), tras reconocer el derecho de Ikea a instalarse donde quiera, mostró sus dudas sobre la repercusión en el comercio local y preguntó por las medidas previstas con respecto a la circulación en la zona.

Por parte de EH Bildu intervino Patricia Perales, que reconoció que el proyecto no gusta a su formación, por lo que han pedido datos suplementarios y planteó la opción de cambiar el PSIS. No apoyó la propuesta de Aranzadi por considerar que contenía varias incorrecciones.

Edurne Eguino, de I-E, también acusó a Ikea de malas prácticas medioambientales y fiscales, sobre lo que dijo que está siendo investigada por la Comisión Europea.

El regionalista Enrique Maya se mostró a favor de la llegada de Ikea, pero planteó otras posibles ubicaciones distintas la de Galaria, lo que sorprendió a Leoz, al recordarle que el proyecto se cerró al final de su mandato en la Alcaldía.