PAMPLONA.- Los Reyes Magos llenan de magia con su presencia un año más las calles de Pamplona, en las que miles de niños han salido a recibirles con la emoción reflejada en sus caras.

El sol ha acompañado a sus majestades a la entrada de la ciudad por el puente de la Magdalena donde les esperaban cientos de personas y, aunque la temperatura ha ido descendiendo a la largo de la tarde, la ausencia de lluvia hará multitudinaria también esta y otras cabalgatas.

A las cuatro de la tarde Sus Majestades llegaban al puente de la Magdalena en la capital navarra donde esperaba un numeroso grupo de pastorcillos para amenizar con sus villancicos.

Allí el público congregado ha repetido insistentemente los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar a los que estos han respondido con saludos desde lo alto de sus dromedarios mientras los asistentes arrojaban confetis y serpentinas.

La campana María y sus compañeras de Catedral han anunciado la llegada de los Reyes, un repique al que se sumaban las de San Nicolás, San Cernin, San Lorenzo, San Miguel, San Agustín y San Fermín de Aldapa.

Después de recorrer la calle Vergel y los fosos al pie de las murallas, la comitiva real ha llegado media hora después al portal de Francia, donde les esperaban para custodiarles un grupo de miembros de la guardia pretoriana además de La Pamplonesa, que en este lugar ha tenido la primera actuación del año.

Melchor, Gaspar y Baltasar han recorrido seguidamente por el Casco Viejo de Pamplona las calles del Carmen y Mercaderes, desde la que han accedido a una abarrotada Plaza Consistorial donde se encontraba de nuevo la banda municipal de música para acompañar al público en su espera.

Ya en la plaza del Ayuntamiento los Reyes Magos han sido recibidos por el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, quien les ha dado la bienvenida a la ciudad antes de acceder con ellos al interior de la Casa Consistorial.

Desde un balcón han saludado ante el griterío infantil a los varios miles de personas congregadas en este ligar, antes de ofrecer una recepción especial a ADANO, la asociación de ayuda a niños con cáncer, y al servicio Txoko Txiki del comedor solidario París 365, que han podido así conocer personalmente a los Reyes Magos.

La siguiente parada ha sido como es tradición la Casa de Misericordia, uno de los momentos siempre más emotivos de esta víspera del Día de Reyes, como bien reflejan las lágrimas en los ojos de muchos de los residentes y las manos con las que les sujetaban para retener ese momento en sus vidas.

LA CABALGATA

Sus Majestades han salido de nuevo a la calle para comenzar una cabalgata que este año ha contado con la participación de unas 1.200 personas, en su gran mayoría mujeres.

Pasteleros, gimnastas, rondallas, caballistas y abanderados han acompañado a los heraldos y emisarios, a la caballería y las banderas reales, a las estafetas, buzones y carteros reales dispuestos a recibir las últimas cartas, a los magos y bomberos, y al nacimiento de Belén con el grupo vocal Tempo d'Intermezzo.

Junto a las carrozas de Melchor, Gaspar y Baltasar han desfilado también una fábrica de juguetes, triciclos de carga, una brigada distribuidora, el equipo de transporte aéreo de regalos y la carroza de los juguetes donde siempre los más pequeños fijan sus ojos muy abiertos intentando buscar lo que cada uno ha pedido aun sin verlo.

En total algo más de dos kilómetros de recorrido (este año, 26 metros más corto que el del pasado) por las principales calles de Pamplona con los Reyes Magos y los niños como protagonistas en uno de los días más bonitos del año, cuando la ilusión, la emoción y los nervios se desatan.