PAMPLONA. Agentes de la Policía Nacional han detenido a siete personas y han atribuido como investigadas a otras 48 como presuntas autoras de diversos delitos cometidos durante los altercados que han tenido lugar en los últimos días en Pamplona en relación con la okupación y desalojo del gaztetxe Maravillas.

Los detenidos son cuatro mujeres y tres hombres, que tras prestar declaración han quedado en libertad, según informa la Jefatura Superior de Policía, que precisa que los delitos a los que se hace referencia son los de desórdenes públicos, desobediencia y contra la seguridad del tráfico.

Las detenciones están vinculadas con los altercados que se han sucedido en la capital navarra desde que el 8 de enero la Policía Foral junto con técnicos de Patrimonio entraran en el palacio del Marqués de Rozaejo para inspeccionar su estado, lo que llevó a la clausura del edificio okupado como gaztetxe.

Desde entonces, según señala la policía, se han producido "acciones violentas como volcado de contenedores de vidrio y basura, lanzamiento de objetos contundentes a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, cortes de carreteras, bloqueo de vías de circulación urbana y diversos daños a autobuses municipales y mobiliario urbano como establecimientos y otros bienes de la capital navarra".

La operación continúa abierta, ya que se continúan investigando los daños ocasionados durante los incidentes.

EH Bildu ha denunciado "las detenciones de jóvenes que se están produciendo en estas ultimas horas": "Entendemos que estas actuaciones pretenden dificultar aún más el entendimiento entre todos los agentes implicados y nos alejan del camino del diálogo". Por ello, hacen un llamado "a todos los agentes sociales y políticos" para "garantizar la convivencia y la normalidad del Casco Viejo".

LAS PROTESTAS

Dos mujeres se colgaron el pasado miércoles por la tarde a ambos extremos del puente del Vergel cortando por completo el tráfico en esta zona durante tres horas, en una protesta por el cierre del Palacio Marqués de Rozalejo el pasado día 8.

La protesta comenzó cuando un grupo de personas sujetó una pancarta sobre la vía impidiendo la circulación de vehículos. También extendieron una cuerda que cubría más del ancho del puente y por la que se colgaron las dos mujeres, quedando pendidas en el aire a varios metros del suelo a ambos lados de la estructura.

Un día después, una nueva protesta cortó el trafico en el centro de Pamplona alrededor de tres horas hasta que la policía retiró de la calzada, primero, a quienes se habían sentado en ellas con sus bicis y finalmente a dos personas encadenadas a un bidón.