pamplona - El encierro de Arabia Saudí tiene bastantes posibilidades de realizarse, pero entre los corredores de Pamplona había ayer cierto escepticismo. “Ya se lo planteó China y al final no lo hizo”, recordaba ayer Miguel Leza a este periódico. Los encierros venden en el extranjero, por lo que de espectáculo y adrenalina suponen, aunque no siempre logran llevarse a a cabo. En su día, se quiso celebrar un Encierro en torno al toro de oro de Wall Street, en Nueva York, pero los problemas legales para llevar las reses desde una ganadería española fraguaron la idea. Sí, por ejemplo, en 2015, una empresa de montaditos recreó para su apertura en la Gran Manzana un encierro, aunque sin toros.

pagando entrada Con corredores que pagaban entrada (unos 25 euros) celebró en 2011 la ciudad de Cave Creek (Arizona) encierros utilizando toros del rodeo americano, al estilo de los que Mesquite (Nevada) puso en marcha también en 1998. Más cerca, la localidad francesa de Saint Sever, con una tradición de correr vacas desde el siglo XV, celebró por primera vez en 2004 un encierro con toros. Provenían de la ganadería navarra de Macua y al mismo fueron invitados a participar muchos corredores históricos de Pamplona.

Y míticas son también las pamplonadas de México, que desde 1954 la comunidad de Huamantla, en el estado de Tlaxcala, celebra en sus fiestas patronales de agosto, bajo el nombre de la Pamplonada o Huamantlada. En este caso, son 17 toros de casta los que se corren. Se saca un toro por cada una de las 17 calles, y, al estallido del tercer cohete, se sueltan y todo el mundo corre. Para rentabilizar el espectáculo, el público paga entre 80 y 200 pesos (de 4 a 10 dólares), ocupando los espacios habilitados en las gradas o en banquetas improvisadas. - M. Salvo