pamplona - El Consistorio pamplonés ha manejado a lo largo de esta legislatura dos informes técnicos de equipos especializados (INTEMAC e IDEAM) y ambos vienen a coincidir en que la pasarela de Labrit no es segura. De hecho, un primer informe jurídico en manos del Ayuntamiento ya eleva a finales de 2016 (9 de diciembre) a la calificación de “ruina” los defectos estructurales detectados en la pasarela y que dieron origen de la apertura de un expediente de depuración de responsabilidades contra el equipo técnico que también dirigió la obra y contra la UTE que llevó a cabo las obras. El concepto de “ruina” en este caso estaría motivado jurídicamente por “defectos estructurales”, en concreto, los recogidos en el artículo 17. 1.a) de la Ley de Ordenación de la Edificación (LOE) al referirse a los “vicios o defectos que afecten a la cimentación, los soportes, las vigas, los forjados, los muros de carga u otros elementos estructurales, y que comprometan directamente la resistencia mecánica y la estabilidad del edificio”. “De las comprobaciones de seguridad realizadas por nuestra parte se deduce que la estructura no es suficientemente segura para las cargas del proyecto”, resalta INTEMAC que entonces recomendaba impedir el acceso público a la pasarela (se cierra el 5 de julio). El letrado recuerda además que “en el documento denominado Nota técnica sobre los criterios de rehabilitación de la pasarela de Labrit, de fecha 28 de septiembre de 2016 realizado también por INTEMAC, se llega a afirmar que... no es seguro asignar ninguna responsabilidad resistente a la estructura actual, a sus apoyos o a las cimentaciones. Ello excluye cualquier posibilidad de refuerzo y hace inevitable la sustitución de todos los elementos resistentes”.

El 29 de noviembre en la respuesta a las alegaciones INTEMAC también concluye que la documentación aportada “no nos permite modificar los resultados de nuestro informe”.

El parte jurídico proponía por tanto a la Junta de Gobierno que declarase responsables de los “vicios ruinosos” a las partes implicadas tal y como se hizo. Es decir, debían resarcir al Ayuntamiento con el gasto que asumió al construir la pasarela y que se elevaba a 720.003,99 euros (coste total de la obra -con IVA- finalizada en el año 2011), según los cálculos cuantificados por los técnicos municipales, y ante la “imposibilidad material de llevar a cabo una reparación que dé como resultado una pasarela con el diseño originalmente encargado por el Ayuntamiento”.

Pese a ello y ante la solicitud de las partes implicadas de un nuevo informe, en agosto de 2017 el gobierno municipal acuerda suspender el expediente abierto contra la dirección de obra y las empresas contratadas para atender la solicitud de un nuevo informe de tercero. Los agentes proponían a otra firma técnica (INES Ingenieros Consultores) pero, en su defecto, aceptaban a IDEAM a quien se encargó el segundo informe.

IDEAM En octubre del año pasado se recibió el primer informe de IDEAM que señalaba que la pasarela debía permanecer fuera de servicio. La JOB encargó a esta misma empresa el análisis de la solución estructural cuyos resultados se dieron a conocer el pasado mes de febrero.

La estructura será desmantelada en las próximas semanas como consecuencia de los fallos estructurales detectados que, según estos expertos, no garantizan la seguridad, y la imposibilidad de repararlos. Es la decisión que ha adoptado el equipo de gobierno a la vista de este segundo informe presentado por IDEAM, la consultora independiente con sede en Madrid que se ha encargado de revisar in situ la estructura y la documentación sobre el proyecto y la obra.

Por lo tanto no fue la única investigación técnica abierta por el Consistorio que, en febrero de 2016, y ante el desprendimiento de dos placas en la zona de la cuesta del club Natación, tras contactar con proyectistas y dirección de obra, consideró conveniente encargar un primer informe al Instituto Técnico de Materiales y Construcción SA INTEMAC para “conocer en profundidad la realidad estructural de la pasarela, su seguridad, funcionalidad y la durabilidad y vida útil”. INTEMAC concluía -y así lo detalla el letrado de Ciudad Habitable- que la documentación del proyecto facilitada no constituye, a su juicio, “aval suficiente de la seguridad de la estructura”. La documentación aportada en relación a la fabricación y el montaje “tampoco constituye en nuestra opinión aval suficiente de la validez del proceso. A su vez, la información en relación al control de calidad es “insuficiente”. De la inspección de la estructura se deduce la existencia de un “problema grave de corrosión”. De la inspección de la estructura se observa la existencia de “desviaciones geométricas globales (desalineaciones de los cordones) y locales (abolladuras de chapas)”. La inspección de las uniones soldadas reveló la existencia de “configuraciones constructivas ajenas a proyecto y de soldaduras insuficientes”.