pamplona - El candidato a la Alcaldía por Podemos Pamplona-Ahal Dugu, Gaxan Sad Irisarri, reclamó ayer altura de miras y apeló a la responsabilidad de Izquierda Unida y Ba-tzarre para poder conformar una confluencia al Ayuntamiento de Pamplona y “frenar a la coalición de todas las derechas” en las municipales del 26 de mayo . Así lo indicó ayer en un comunicado en el que apunta que a nadie se le escapa que la barrera del 5% propició que en 2015 más de 7.000 votos de la derecha que fueron a PP y Ciudadanos se quedaron sin representación, algo que no sucederá ahora”. “La situación se da a la inversa en el espacio social y político del cambio y no nos podemos permitir el lujo que, por personalismos que la gente no entiende, pongamos la alcaldía a Enrique Maya en bandeja de plata”, advierte. El candidato de la formación morada asegura que, por su parte, no tiene “ningún problema en renunciar a encabezar la confluencia de Unidos Podemos”. En ese sentido dice que le gustaría que por parte de Batzarre, que es quién encabeza la lista de I-E, tomen la misma determinación y puedan buscar “una candidata o candidato de consenso, con un fuerte perfil social, que sume y no reste, y que sea una garantía para apuntalar y profundizar el Ayuntamiento del cambio que hemos tenido en estos últimos cuatro años”.

Al parecer el problema entre I-E y Podemos para formar una gran coalición radicaría en la batalla por los primeros puestos en la lista. Son tres listas de izquierda por tanto: Podemos, I-E y Aranzadi. Desde I-E ayer no quisieron hacer ayer declaraciones. En el acto de presentación de candidaturas al Parlamento foral y al Ayuntamiento de Pamplona (Marisa de Simón y Edurne Eguino respectivamente) el pasado 1 de marzo, Marisa de Simón se mostró “convencida” de que I-E va a obtener “muy buenos resultados” y aseguró que la coalición va a ser “decisiva para la continuidad del cambio y para un cambio con más peso de la izquierda”. I-E aspira a lograr “muchas más representación” en el Parlamento y ser “decisiva” para la “continuidad del cambio”. Por su parte, Edurne Eguino, abogó por “superar y aprender de los errores” que ha habido en estos cuatro años en el Consistorio de cara a la nueva legislatura y ha esperado que “los datos den para reeditar un nuevo gobierno de izquierdas, que mire a la ciudadanía de frente y que comparta con ella la gestión del Ayuntamiento”.

Por parte de Aranzadi, reiteraron ayer en la necesidad de una “una confluencia con Podemos, I-E, Batzarre y Equo, una apuesta en la que Aranzadi tomó la iniciativa públicamente en su momento y convocó a las cuatro fuerzas para trabajar conjuntamente para movilizar a los sectores más abstencionistas y frenar la involución de la derecha”. Aseguran que en la nueva candidatura Municipalistas a la que se suman, una red de “unidad popular” que agrupa a más de 15 candidaturas ciudadanas de todo el Estado como Bilbao, Burgos, Santander, han invitado a participar a Podemos, Izquierda Unida, Batzarre y Equo. “Llevamos trabajando en ella desde el otoño de 2018, esperando conseguirla y respetando a todas las demás formaciones en sus decisiones internas, y estando abiertas a ella sin condiciones previas, aunque siendo conscientes de que esta confluencia requiere como mínimo un trabajo en común para acordar un código ético, un programa y la toma de decisiones durante la legislatura. Algo que ya es una realidad en otras ciudades del Estado con las que Aranzadi está en contacto en Municipalistas”, subrayan. La nueva candidatura presentada el pasado sábado tomará el relevo a Aranzadi que, como agrupación de electores, desaparece por ley el 26 de mayo. Los concejales Laura Berro, Armando Cuenca y Manuel Millera confirmaron que no integrarán las listas de la nueva candidatura en cumplimiento del código ético de Aranzadi que obliga a todos los cargos públicos y de libre designación a estar solo una legislatura en activo.

5% mínimo Cabe recordar que en los anteriores comicios locales, PP obtuvo 3.831 votos, el 3,75%, y no obtuvo representación por no llegar al 5% mínimo. Ciudadanos recibió por su parte 3.631 votos. Haciendo una simulación de los datos de 2015 en coalición con UPN las tres fuerzas de derecha conseguirían dos concejales más confluyendo en coalición (12 en lugar de los 10 actuales). Extrapolando dichos datos estos escaños hubieran sido a costa de Geroa Bai (perdería uno y quedaría en 4) y Aranzadi (perdía uno pasando de 3 a 2). Cabe recordar que en las anteriores comicios no se presentó Podemos con lista propia.

Con este resultado, siguiendo la misma simulación, las fuerzas de la derecha y el cuatripartito hubieran empatado a 12 concejales por lo que decidirían el futuro gobierno municipal los tres ediles del PSN.

En ese mismo escenario, si hubiera habido una lista conjunta de Aranzadi e I-E, y con la presencia de Navarra Suma, la derecha lograría un concejal más (11 en lugar de 10) y Geroa Bai perdería un representante (4). El resto de concejales seguirían igual. En este caso, la derecha unida tendría 11 concejales y el cuatripartito 13, y otros tres el PSN. Seguiría siendo insuficiente porque la mayoría absoluta frente a la lista más votada requiere de 14. Eso sí el cuatripartito se quedaría a un solo edil de la mayoría absoluta, siguiendo la misma hipótesis. Una proyección que por otro lado no tiene en cuenta el efecto Asiron y del cambio en estos 4 años tras tres décadas de gobiernos de derecha.