pamplona - Más comprensible, resumida, conceptual. Con frases sencillas, cortas, claras y un vocabulario “asequible” pero, sobre todo, más ligera e inclusiva. Así es la lectura fácil. La Biblioteca de San Francisco fue el miércoles escenario de la primera sesión de un conjunto de cuatro talleres en esta materia, con vocación de accesibilidad, destinados a menores y adultos y pensados para ser realizados en bibliotecas de diversas ciudades. Porque ellas, que son capaces de comprimir en diferentes formatos toda la cultura que nos brindan las letras y las artes, pueden convertirse también en un espacio de encuentro de experiencias, una nueva forma de acercamiento y puesta en valor de la diversidad funcional.

Ana Isabel Egea y Elena Goñi, miembros de la Asociación Síndrome de Down de Navarra -que promueve la iniciativa junto a la Federación Española de Síndrome de Down en colaboración con el Ministerio de Cultura y con el Ayuntamiento de Pamplona- fueron las encargadas de poner voz a Don Mendo cumple 100 años para celebrar el centenario de la primera representación de esta emblemática obra en el Teatro La Comedia de Madrid, en 1918. A la cita acudió -como no podía ser menos- una versión de su autor, Pedro Muñoz Seca, que acompañó a los niños y padres y madres que no quisieron perdérsela.

Sobre la publicación que ellas se encargaron de dar a conocer realizaron un resumen en lectura fácil de la sinopsis, una presentación de personajes y actividades destinadas a que las personas con dificultades de comprensión lectora puedan entender la obra. Confesaron estar acostumbradas a los niños y encantadas con la labor. “Hace tres años leí Don Quijote con dos compañeras más”, señalaba Goñi, todo un reto que superó con creces: “Es largo pero la historia es preciosa. Y esta también”, explicaba.

Y es que la historia era nueva para ellas pero les ha conquistado. Cada una tiene su trabajo -Goñi, de Pamplona y de 36 años, en la tienda Nespresso; y Egea, de 34 y vecina de Añézcar, en el Hipercor de Itaroa- pero han invertido buena parte de su tiempo libre en aprender la historia para después contarla a los más pequeños de una manera sencilla y que todos entiendan, con dibujos, conversaciones y preguntas para que los presentes puedan incluso debatir sobre el mejor final.

La Biblioteca de San Francisco, como otros centros de la red, cuenta con una veintena de libros de consulta y préstamo para diversas edades y distintas funcionalidades. Hay ejemplares en braille, en lenguaje de signos, con pictogramas orientados a personas con autismo o como los que se emplearán en estos talleres, que se celebrarán, en el mismo sitio y a las 18.00 horas, el 10 de abril, 15 de mayo y 12 de junio. Uno de ellos se realizará en euskera.

“Es mucho trabajo pero se puede hacer, con empeño y dedicación creo que se puede adaptar casi todo”, señalaba Nagore Montes, tearapeuta ocupacional, que acompañó a Egea y a Goñi en la cita. Es una materia, decía, que va dando sus primeros pasos “pero creo que cada vez habrá más, que la sociedad está cada vez más concienzada de la diversidad y de las necesidades que existen. La lectura la necesitamos todos, es muy importante desde pequeños. Y tiene que llevarse a cabo en un entorno inclusivo: en las clases, en bibliotecas públicas, y no sólo en las asociaciones o centros especializados. En todo tipo de ámbitos, porque hay que normalizarla”.

Como antecedente de esta actividad el Ayuntamiento de Pamplona y la red de Bibliotecas, en la edición de 2016 del Día del Libro, encomendaron a la Federación de Asociaciones y Entidades navarras de la ciudad (FEAPS) una charla sobre el concepto de lectura fácil y pidieron a personas con discapacidad intelectual que hicieran una demostración leyendo fragmentos de El Quijote. De hecho, en diciembre de ese mismo año, la Biblioteca de San Francisco acogía por primera vez el taller de lectura fácil: El Loco libro de Cervantes con ocasión a la conmemoración del IV Centenario de la muerte del escritor de Alcalá de Henares.