PAMPLONA. Representantes políticos, familiares y ciudadanos se han reunido este lunes en el cementerio de Pamplona para recordar al concejal de UPN Tomás Caballero cuando se cumplen 21 años de su asesinato a manos de la banda terrorista ETA.

Tomás Caballero fue asesinado el 6 de mayo de 1998 por la banda terrorista cuando se dirigía a su trabajo en el Consistorio desde su domicilio en el barrio de la Milagrosa.

El homenaje al edil de UPN, organizado por el Ayuntamiento, ha tenido lugar a las 12 horas en el cementerio de San José de la capital navarra, ante su lápida, en la que la corporación municipal ha colocado una corona de flores y se ha celebrado un responso en su recuerdo. También han depositado flores desde Juventudes Navarras, la organización juvenil de la formación regionalista.

El acto ha contado con la asistencia de la viuda de Tomás Caballero, Pilar Martínez, que ha estado arropada por sus hijos y nietos, además de un nutrido grupo de representantes de UPN.

También han asistido al homenaje la presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos; el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron; el delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti; además de miembros de la corporación municipal de todos los partidos políticos.

En representación de la familia, ha tomado la palabra para concluir el acto Javier Caballero, uno de los hijos del edil regionalista, quien ha afirmado que "el respeto a los demás, el comportarnos fraternalmente y el repudiar la violencia no puede ser nunca una cuestión de estrategia, sino que es una cuestión de dignidad".

"Seguimos creyendo en la libertad, en la justicia social, en la generosidad, en el trabajo desinteresado por los demás, en la vida y eso no lo mata un asesinato", ha asegurado Caballero, para remarcar que su padre "murió por lo que había vivido, la libertad, la justicia y la paz".

En este sentido, ha agradecido al Ayuntamiento de Pamplona su "participación en este acto de homenaje, un acto que pone de manifiesto el sinsentido de la barbarie y la sinrazón, el sinsentido y la auténtica aberración que significa quitar a alguien la vida en nombre de no se sabe qué derechos".

Ha lamentado, además, "el sinsentido de la brutalidad de atentar contra la mayoría de los pamploneses a los que representaba mi padre como portavoz de UPN, a lo que se quiso amedrentar y dejar sin voz". Y ha destacado que "hoy, 21 años después, cuando parece que gracias a Dios las armas han callado, cobra si cabe más importancia y sentido este acto".

"Este acto es importante como muestra de un compromiso permanente y sincero en la construcción del futuro, de un futuro con valores y compromisos éticos y morales", ha sostenido Caballero.

Además, ha defendido "un futuro en el que podamos vivir fraternalmente, llamando a las cosas por su nombre, asesinos a los asesinos y víctimas inocentes que nunca debieron existir a los asesinados". Ha remarcado que "esta convivencia fraternal que proclama la Declaración Universal de Derechos Humanos no es compatible con seguir jaleando a los asesinos, con reírse con quienes les jalean o con disculparlos" y ha exigido que "no se pretenda blanquear o falsear la historia".

Ha pedido así "verdad, memoria, reparación, dignidad y justicia" y ha reivindicado que "el recuerdo y el reconocimiento de quienes se han quedado en el camino es el que debe cimentar la convivencia".