En 1898 la opinión pública apenas versaba de otra cosa que de la guerra de Cuba y la consiguiente la intervención norteamericana a favor de los insurgentes cubanos. “La Tradición Navarra”, periódico pamplonés de la época, de orientación carlista, se debatía entre el ardor guerrero y un pesimismo apenas disimulado. El 23 de junio, hoy hace 121 años, zumbaban de lo lindo a Emilio Castelar, adversario político de orientación republicana, porque en su momento había dicho que si se perdía Cuba se moriría, y sin embargo ahora declaraba que no pensaba suicidarse. Tal cuál, oigan... La fotografía de aquel año muestra el frente norte de la plaza del Castillo. El edificio central, que había sido construido 13 años antes, en 1885, alberga dos grandes carteles que anuncian la ubicación de “Roldán y Mena fotógrafos” y la consulta de un dentista, mientras que en la plaza vemos un kiosco de prensa de madera en torno al que circulan varios personajes.

Hoy en día sorprende, y mucho además, lo poco que ha cambiado este lugar en el siglo y cuarto transcurrido entre ambas fotografías. Vemos en su lugar el edificio de viviendas que alberga el Café Iruña, así como los dos que le flanquean y que son algo más antiguos, especialmente el de la derecha. Y vemos también que, donde estuvo el kiosco de prensa, hoy se encuentran los servicios públicos y el acceso al parking. Por lo demás la plaza, que a principios de junio y a primera hora de la mañana se muestra casi vacía de gente, luce una preciosa luz matutina, que anuncia la inmediatez del verano y de los Sanfermines. Sobra decir que lo de la guerra de Cuba terminó como el rosario de la Aurora y, en lo que se refiere a Emilio Castelar, el tiempo demostró que poco tenían que preocuparse por un eventual suicidio, ni los periodistas de “La Tradición Navarra” ni el propio interesado. Y es que don Emilio falleció de muerte natural al año siguiente, en 1899.