En 1974 la actual calle de Esquíroz era todavía más conocida entre el vecindario del barrio como carretera de Esquíroz, puesto que, aunque había recibido su nombre de calle diez años antes, en 1964, era poco más que un camino mal asfaltado y sin urbanizar, que tras descender en empinada cuesta cruzaba el río Sadar, para llegar finalmente al pueblo de Esquíroz-Ezkirotz, a orillas del río Elorz. La foto muestra el antiguo camino con algunas de sus casas y chalés dotados de huerta, que junto con una fábrica de pinturas y una vieja vaquería constituían el tejido humano de la calle. No obstante, a la derecha asoma ya un edificio de viviendas moderno y recién construido, que anuncia los cambios que en los años siguientes se habrían de operar aquí. El parque móvil, ciertamente escaso, está compuesto por tres Seat 600, un Austin Morris de fabricación inglesa y una de aquellas furgonetas DKV tan populares en la época.

Hoy en día la calle de Esquíroz, profundamente transformada, es una de las arterias más transitadas y populosas del barrio de Iturrama, y tan solo alguna referencia puntual, como el edificio de viviendas de la derecha, que acababa de construirse en 1974, nos permite certificar que nos encontramos en el punto exacto donde se situó el fotógrafo hace 45 años. Según el doctor Arazuri, este viejo camino había recibido en la Edad Media el nombre de Otxandazubi, y estaba muy cerca del término llamado Puertas Grandes, que en los documentos se cita con más frecuencia en su versión en euskara, Atariandia. Estos son hoy términos en desuso y olvidados, pero en el año 2017 el ayuntamiento de entonces decidió dar el nombre de Atariandia a una nueva calle del barrio, recuperando así este viejo topónimo medieval. Esperemos que el actual alcalde no ponga sus ojos en ella, porque lo mismo se la dedica a la División Azul...