pamplona - Contra todo informe y sin detallarse muy bien el porqué, el concejal Fermín Alonso (Navarra Suma) anunció ayer que siguen adelante con la idea de reparar la presa de Santa Engracia y que esperan contar para ello con el visto bueno de la Confederación Hidrográfica del Ebro, a pesara de que el Gobierno de Navarra ha firmado un informe que ve efectos negativos en su restauración. A preguntas de Joxe Abaurrea (Eh Bildu) en la Comisión de Urbanismo, Alonso reconoció que disponían del informe negativo del Gobierno foral (que, en cambio, no habían dado a conocer), si bien añadió que “nuestra voluntad sigue siendo la de reparar ese azud y trabajaremos con la Confederación Hidrográfica del Ebro para obtener los permisos, y realizarlo de la manera más sostenible posible”, al tiempo que acusó al equipo anterior de haber “mareado la perdiz constantemente” con el tema.

Respecto a la reparación del azud se han venido manifestando distintos colectivos a los que responde el informe técnico.

LO QUE dice EL INFORME Como ya se avanzó ayer, el análisis de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local del Gobierno de Navarra responde a las distintas alegaciones formuladas en su momento por el Club Náutico de Navarra, solicitando la reparación del azud. En la primera de ellas, se aludía a que la presa de Santa Engracia “forma parte del paisaje y patrimonio de la ciudad”. Le responde el departamento que “es cierto, pero es un paisaje artificial, fruto del aprovechamiento intensivo del río y que a día de hoy únicamente mantiene efectos negativos en la mayor parte de los casos”.

En segundo lugar, señala el Club que “Santa Engracia no influye negativamente en las inundaciones”. El Gobierno foral responde que “las presas incrementan el nivel de inundación, especialmente en periodos de retorno bajos, y por tanto influyen negativamente y aumentan el riesgo natural de forma artificial en el entorno de las viviendas y parque de la orilla derecha, desde el lugar de ubicación de la presa hasta el puente de Curtidores”. La tercera alegación indicaba que la presa “no influye en la movilidad de la fauna”, si bien el informe alude a que “con la conformación original, sin rotura, dicha presa es impermeable a las especies autóctonas, y aunque se ha alegado que las especies apenas tienen valor por ser ciprínidos, lo cierto es que estos tienen tanta importancia como los salmónidos, y en el tramo urbano de Pamplona, habría que conservar tanto las especies autóctonas presentes como su distribución”.

En la cuarta alegación aprecia el Club Náutico que la presa “mejora el valor paisajístico e higiénico, y mantiene caudal mínimo”. Discrepa con ello el informe de los técnicos de Medio Ambiente, donde se señala que “el caudal mínimo no lo mantiene en absoluto, ya que de las presas de Pamplona ninguna tiene capacidad de regulación”, y, por el contrario, “lo que genera es una lámina de mayor anchura que presenta una falsa apariencia de río más caudaloso de lo es en realidad”. Respecto al valor como uso recreativo y deportivo, reconoce el informe que “es cierto, y sin presa también puede tener uso para piragüistas, pescadores y usuarios”, ya que “el uso por parte de remeros puede trasladarse a otras presas cercanas”. Por último, respecto a que la Confederación Hidrográfica del Ebro suele autorizar este tipo de actuaciones de reparación de la presa, el informe argumenta que “siempre que esté debidamente justificado y valorando los efectos positivos y negativos que pueda tener la actuación”.