pamplona - El grupo municipal de EH Bildu en el Ayuntamiento de Pamplona presentó ayer sendas propuestas de cara al Pleno de este jueves. Una para abordar el futuro administrativo del barrio de Erripagaña que incluye una consulta ciudadana, y otra con ocho enmiendas a las ordenanzas fiscales de 2020, que Navarra Suma llevará a esa misma sesión.

La primera de las propuestas de la coalición abertzale pretende iniciar un proceso que conjunto con los ayuntamientos de Valle de Egüés, Burlada y Huarte (junto a Pamplona los cuatro propietarios del suelo sobre el que se levanta Erripagaña), y el Gobierno de Navarra, que decida “el futuro administrativo de este barrio y su adscripción a una o varias entidades locales”. La iniciativa sigue la hoja de ruta comenzada con el Acuerdo Marco elaborado en el año 2016, durante el mandato de EH Bildu al frente de la capital navarra, y en el que se recogía, afirmó el concejal Joxe Abaurrea, “reducir el número de propietarios de cuatro a uno o dos ayuntamientos”.

El proceso se dividirá en tres fases distintas, con un horizonte a tres años. La primera, trataría los equipamientos futuros del barrio y el aprovechamiento de los existentes, y podría comenzar “de inmediato”, aseguró el portavoz del grupo abertzale Joseba Asiron, previo acuerdo del Pleno municipal. La segunda fase, explicó Abaurrea, “afectaría directamente al Gobierno con quien se consensuaría una propuesta de modificación del PSIS de Erripagaña; y una tercera fase, en la que el vecindario decidiría sobre el futuro administrativo del barrio “a través de una consulta ciudadana”. Abaurrea destacó que el momento es “tremendamente importante” para un barrio en el que se desarrollarán 4.000 nuevas viviendas y podría contar en un futuro 13.000 nuevos vecinos. “Es el momento de que abordemos de una forma definitiva cual va a ser el futuro del barrio”, destacó.

enmiendas fiscales Además, EH Bildu prensentará el jueves ocho enmiendas a la propuesta de Ordenanzas Fiscales para 2020 presentadas por Navarra Suma, que esconden, según defendió Joseba Asiron, “un retroceso en lo social” por aplicar la Renta Per Cápita en vez de la Renta Familiar, y “posibilitan un alto grado de discrecionalidad de algunas ordenanzas que quedan al albur de las interpretaciones” del equipo de Gobierno. Entre las enmiendas, la edil Marian Aldaia, destacó cuatro como “mantener el gravamen actual de la vivienda vacía (0,5%), frente a la intención del tripartito de bajarlo al mínimo (0,25% el primer año); no aceptar la reducción de precios especiales por el uso de Geltoki únicamente a ONGD; mantener el criterio de Renta Familiar frente al nuevo planteamiento que se le da a la Renta Per Cápita que amplía las desigualdades para el cálculo de las tasas en las diferentes Escuelas Municipales y, finalmente, mantener la condición de colaboración con el Ayuntamiento para poder reducir las tasas para uso de la vía pública, locales e instalaciones deportivas y escolares”.