PAMPLONA. El Ayuntamiento de Pamplona se une mañana jueves a la celebración del Día Mundial de la Dislexia. Por ello, iluminará la fachada de la Casa Consistorial de color azul, el color elegido por la Federación Española de Dislexia para representar a todas las personas que padecen esa enfermedad. La iluminación de color azul se encenderá en torno a las 20 horas, aproximadamente.

La dislexia es un trastorno del aprendizaje de la lectoescritura, de carácter persistente y específico, que se da en niños y niñas que no presentan ningún hándicap físico, psíquico ni sociocultural, y cuyo origen parece derivar de una alteración del neurodesarrollo. Se calcula que puede afectar a entre un 5% y 10% de la población. Las personas disléxicas manifiestan de forma característica dificultades para recitar el alfabeto, denominar letras, realizar rimas simples y para analizar o clasificar los sonidos. Además, la lectura se caracteriza por las omisiones, sustituciones, distorsiones, inversiones o adicciones, lentitud, vacilaciones, problemas de seguimiento visual y déficit en la comprensión.

El principal problema que tiene la dislexia es que no es compatible con el sistema educativo, pues, dentro de este, todos los aprendizajes se realizan a través del código escrito, por lo que el escolar disléxico no puede asimilar ciertos contenidos de materias como Conocimiento del Medio, porque no es capaz de llegar a su significado a través de la lectura. La persona disléxica debe poner tanto esfuerzo en las tareas de lectoescritura que tiende a fatigarse, a perder la concentración, a distraerse y a rechazar este tipo de tareas.