Pamplona. El Ayuntamiento de Pamplona está evaluando la incidencia que la polilla del boj (Cydalima perspectalis) está provocando en los arbustos de la ciudad, sobre todo en zonas como las Taconera y la Vuelta del Castillo, donde se están llevando a cabo medidas para intentar su control.

En concreto, el Consistorio está estudiando la recuperación de los setos de boj dañados y también la futura replantación de aquellos que han sido destruidos por esta especie, informa el Ayuntamiento de Pamplona en un comunicado.

Desde el Ayuntamiento se ha contactado con la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos para intercambiar experiencias en la lucha contra esta polilla del boj, una especie exótica invasora originaria de las regiones de clima templado y subtropical de Asia Oriental.

La polilla se alimenta sobre todo de las hojas y cortezas de los arbustos de boj y el deshojado grave de esos arbustos puede provocar incluso su muerte.

Es una especie que no afecta a la salud pública y no es transmisora de enfermedades, por lo que su control químico no localizado en zonas urbanas causaría afecciones para la salud, otras especies y para el medio ambiente, más perjudiciales que su presencia.

Esta polilla está presente desde 2012 o 2013, aunque fue el año pasado cuando se constató un aumento de su incidencia en los arbustos de boj de la ciudad.

Se han llevado a cabo diferentes experiencias y tratamientos con productos variados y con distinta efectividad. Hasta 2018, se intentaba controlar mediante tratamiento a base del "Bacillus thuringiensis", con una efectividad media-alta.

En noviembre de 2018, una auditoría del Gobierno de Navarra señaló que esos tratamientos no estaban permitidos en espacios abiertos por la legislación.

Esta pasada primavera, ante la primera aparición masiva de esta polilla, se probaron productos que, sin ser insecticidas, perturbasen los hábitos alimenticios de la oruga defoliadora, a base de extractos de ajo y de una planta denominada Quassia.

Tras los primeros tratamientos, se recibió una resolución correspondiente a la auditoría del mes de noviembre de 2018 en la que se indicaba que no se permitía el uso de estos otros productos "naturales".

A mediados de este mes de agosto, a raíz de la resolución derivada de la auditoría, se propuso el empleo de dos productos, admitidos por el momento, como son el aceite de colza con piretrinas y el Betaciflutrín.

Estos nuevos métodos se están aplicando en el entorno de los bojes del carril bici de la Vuelta del Castillo y en los arbustos ubicados en la calle Vuelta del Castillo. También se ha aplicado en la Taconera un abono foliar rico en manganeso y zinc que, según los primeros resultados, está siendo positivo en el control de la oruga.

Asimismo, se está trabajando en la obtención de la autorización de los productos mencionados a base de ajo o quassia, que son de residuo cero y sin plazo de seguridad.

Para intentar controlar la población de la polilla del boj, el Ayuntamiento de Pamplona realiza un control biológico mediante la colocación de trampas de feromonas que atraen a los machos, capturándolos y evitando así la fecundación y futuras nuevas puestas.

Su ciclo vital se repite 3 o 4 veces al año, desde la primavera hasta las primeras heladas de invierno, por lo que su crecimiento es exponencial.

Asimismo, también se está actuando biológicamente, instalando en diferentes puntos de la ciudad cajas nidos de sus aves predadoras naturales, principalmente el pájaro carbonero y el pájaro herrerillo.