pamplona - La 5ª Semana del Pimiento del Piquillo de Lodosa y Tinto DO Navarra finalizó ayer con la entrega de premios que tuvo lugar en el restaurante Chez Belagua. La Asociación Navarra de Pequeña Empresa de Hostelería (ANAPEH) ha sido la encargada de organizar desde el 18 al 27 de octubre este concurso en el que el pimiento del piquillo y el vino navarro se han convertido en los protagonistas por su carácter tradicional y propio de Navarra.

Ana Laguna, presidenta del jurado y vicepresidenta de la Academia Navarra de Gastronomía, fue la encargada de proclamar al restaurante Ana de Navarra de Miranda de Arga como ganador del premio a la mejor armonía por su pintxo Delicioso canelón de Piquillo con volute de txangurro acompañado por Inurrieta Cuatrocientos Crianza 2016. A su vez, el bar La Gardabera de Pío XII se hizo con el accésit por su pintxo El duende de Pío XII con un Lezaun Tempranillo de 2018. Este último bar también se hizo con el premio otorgado por el Consejo de la Producción Agraria Ecológica de Navarra (CPAEN/NNPEK) que consistía en un lote de alimentos ecológicos.

“Estamos muy contentos, es un trabajo que llevamos poco tiempo haciendo porque realmente llevamos año y medio con este proyecto, pero aun así el año pasado también quedamos finalistas”, comentó Daniel Leite, propietario del restaurante Ana de Navarra. Este restaurante es parte del hotel rural Ana de Navarra en Miranda de Arga, un edificio del siglo XVI restaurado y acondicionado para admitir huéspedes. Según Leite, en su cocina a los productos tradicionales “siempre les damos un punto de modernidad”.

“Mantenemos la esencia del producto pero le damos nuestro toque como por ejemplo con el piquillo que hemos utilizado para el concurso”, expresó Daniel Leite, quien reconoció que el secreto del pintxo ha consistido en cambiarle la forma. “Estamos acostumbrados a comer el pimiento relleno, frito o asado, pero hemos querido darle una vuelta de tuerca desintegrándolo y haciendo canelones con él”, finalizó el propietario. En cuanto a la aceptación de esta propuesta por parte del público, Daniel Leite añadió que “al principio costó que la gente lo aceptara porque no están acostumbrados a este tipo de cocina”, pero a la larga tanto los vecinos de Miranda de Arga como los huéspedes del hotel rural “se sorprendieron por el resultado final”.

buen comienzo Carlos Jordán, propietario de La Gardabera, fue quien recogió el accésit y el premio ecológico. “El premio se ha recibido con bastante ilusión y satisfacción porque apenas llevamos un mes abiertos. Nos presentamos porque al final la hostelería es un mundo vivo y para demostrar lo que vales tienes que estar ahí dando la cara”, señaló Jordán. Este reconocimiento supone un gran impulso para La Gardabera, que según su propietario “nos sirve como excusa para ampliar la carta y demostrar realmente que lo podemos hacer bien”. Para Carlos Jordán, la apertura de su bar “ha sido bastante sufrida” pero gracias al trabajo en equipo “hemos salido adelante y juntos hemos creado el pintxo”.

Para Carlos Jordán la clave de la creación, que tenía su punto fuerte en un pimiento de Lodosa relleno de un guiso de jabalí estofado, “está en hacerlo como siempre”. “Los productos con los que trabajamos son siempre naturales en el sentido de que utilizamos material de huerta y de granja, ya que mi padre tiene y todos los días voy a recoger a la huerta”, afirmó Jordán, quien finalizó la explicación diciendo que el secreto “está en cocinar como lo hacían nuestros abuelos y eso pasa por sacar el producto de la huerta y ponerlo directamente en la mesa”.

difícil decisión El jurado del concurso, compuesto por cinco miembros de la Academia Navarra de Gastronomía, recorrió distintos puntos de Navarra degustando las propuestas que se extendieron, además de por Pamplona, por Burlada, Elbete, Larraga, Lekunberri, Donamaria, Miranda de Arga, Murillo El Fruto y Olite/Erri Berri. Según la presidenta del jurado, Ana Laguna, el trabajo de los cinco académicos ha consistido en “desmenuzar el producto gastronómico para ver cómo lo han hecho y el redondeo final depende del vino, donde observamos si lo han servido adecuadamente y cómo conjuga con la comida”. Esta quinta edición, como expresó la presidenta del jurado, “ha estado muy competida y las pequeñas diferencias han sido claves para decidir”.