La coordinadora Recuperando, que trabaja para hacer públicas las inmatriculaciones realizadas por la Iglesia católica en todo el Estado, ha realizado un vídeo en el que explican desde qué es una inmatriculación hasta la dimensión de todos los bienes apropiados. Para ello han empleado la ayuda del personaje Mafalda, creado por el dibujante argentino Quino, que con su ironía característica da cuenta de cómo se han producido las inmatriculaciones.

La plataforma Recuperando cifra el total de los bienes inmatriculados por la Iglesia católica en todo el Estado entre los años 1946 y 2015 alrededor de 100.000, mientras que en Navarra el total de propiedades rondaría las 5.000. La coordinadora Recuperando engloba a colectivos de 10 comunidades autónomas, entre ellas la Plataforma de Defensa del Patrimonio Navarro.

En lo referente a Navarra, sin embargo, la disponibilidad de datos varía dependiendo de los años. Entre 1946 y 1998, existe el listado proporcionado por el Ministerio de Justicia al Gobierno de Navarra a finales de 2018 y que incluye 1.431 inmatriculaciones, pero en cada inmatriculación, es imprescindible disponer de las notas simples de cada una, pues describen las propiedades y a quien pertenecen. El periodo entre 1998 y 2007 es el más completo pues se dispone de las notas de las 1.087 inmatriculaciones cuantificadas en Navarra en ese tiempo. El tra-mo entre 2007 y 2015, en cambio, el desconocimiento es total pues no se dispone ni del lista-do ni de las notas simples.

La coordinadora cuantifica esos bienes que fueron "inmatriculados desde que fue promulgada en 1946 la apro-bación de la Ley Hipotecaria por el dictador Franco que permitió a los obispos inscribir inmuebles y fincas con su simple certificación y sin aportar títulos escritos de propiedad". El periodo de inmatriculaciones abarca desde que la dictadura de Franco aprueba Decreto de 8 de febrero de 1946 hasta el 25 de junio de 2015 en que la Ley 13/2015 de Reforma de la Ley Hipotecaria derogó por su inconstitucionalidad el artículo 206, que permitía a la Iglesia inmatricular propiedades y lugares de culto sin presentar justificación alguna.