PAMPLONA. El robot Alexia, de 1,60 metros y 80 kilos, sirve estos días consumiciones en la terraza del bar Baviera de la Plaza del Castillo de Pamplona. Debido a la crisis sanitaria del coronavirus, el establecimiento ha encontrado en este androide un ayudante para los camareros que no enferma ni tampoco transmite el virus a los clientes, aunque lleva protección facial. Alexia, que cuesta entre 4.000 y 8.000 euros o solo 250 euros si se alquila, está preparado para atender cuatro mesas pero su atención no deja de ser un tanto deshumanizada.