a empezó mal esto de la suspensión de las fiestas de San Fermín de este año cuando, de forma evidentemente extemporánea e unilateral, el Alcalde Enrique Maya adelantó en una entrevista que seguramente se suspenderían las fiestas de este año en atención a la crisis sanitaria. Más tarde, cuando ya nos encontrábamos en un contexto límite para tomar esa decisión, tuvo que ser la oposición quien le empujase a transmitir oficialmente esa decisión adoptada de forma conjunta por todos los grupos del Consistorio.

A su vez, se solicitó al gobierno de derechas que convocase la Mesa de los Sanfermines a los efectos de conseguir que la decisión no solamente fuese institucional sino también ciudadana y para poder coordinar la toma de decisiones de esta suspensión y sus consecuencias. La negativa fue tan radical como ridícula. ¿Cómo vamos a convocar la Mesa de los Sanfermines si esa Mesa solamente sirve para organizarlos y ahora se trata de suspenderlas? Argumento peregrino donde los haya pero que, en el fondo, escondía dos cosas muy preocupantes. Por un lado, el desprecio con el que este tripartito de derechas trata el tema de la participación ciudadana en los asuntos relevantes de la Ciudad; por otro, que, tal y como sospechábamos tenían una agente oculta para realizar un sucedáneo de fiestas de San Fermín a su medida. Es decir, mientras a la ciudadanía se le niega hasta la posibilidad de almorzar al fresco, el Alcalde y su séquito querían pavonearse y hacerse unas cuantas fotos en los actos que sí les gustan como las misas (contra las que, en condiciones normales, no tenemos absolutamente nada, por cierto).

El liderazgo llevado adelante por el Alcalde Maya no está pudiendo ser más nefasto. Y digo esto porque al mal manejo de los tiempos y al ninguneo de la participación social se le une que ha tenido todo el arco político y todas las peñas en disposición plena a arropar todas las decisiones en la buena dirección. Pero se ha empeñado, desde el principio, en generar confusión, en extender un halo de incertidumbre que no ha hecho sino alimentar en unos y otras la sensación de que algo habrá, de que algo se podrá hacer. El mismo día del anuncio oficial de la suspensión el texto del vídeo decía: “Este año no va a haber 6 de julio. Es verdad. No lo viviremos. O sí...”. Y al ser preguntada el día del anuncio de la suspensión sobre si habría algún acto oficial el día 7 de julio dijo que “es un día especial para Pamplona y así se tiene que ver”.

No han dejado de correr rumores y anuncios sobre celebraciones, programa alternativo, “tenemos plan a, plan b y plan c”, dijo la Concejala de Cultura. Tuvo que ser de nuevo la oposición la que mediante una propuesta de declaración pusiese cordura y tratase de dejar sentado que no puede existir programación de San Fermín este año y que todos los representantes municipales debemos observar rigor y coherencia con esa decisión en esas fechas. Sin embargo, pocos días más tarde, tras la prohibición de los almuerzos del día 6 en las calles de la Ciudad, nos llega una comunicación desde Alcaldía-Protocolo del Ayuntamiento con una invitación a las misas que motivos de los Sanfermines se van a celebrar, que no son otra cosa que las ya archiconocidas de las vísperas del día 6, la misa del 7 de julio y la Octava del 14 de julio. Es decir, programación religiosa como alternativa a la suspensión de los Sanfermines.

Y, a pesar de esa declaración conjunta y de los mensajes oficiales, el Alcalde dijo tener empeño personal en responder a esa invitación acudiendo a esas misas, volviendo a generar confusión y malestar entre los grupos políticos y la ciudadanía que ve atónita como el Alcalde de la ciudad se salta el acuerdo y el consenso general para utilizar privilegios propios de su cargo para sacarse la foto en la misa del día 7 como “buen pamplonés”. Esta misma semana volvimos a denunciar en el Pleno esta situación y a exigir que ningún cargo público municipal acuda a actos colectivos en coherencia con el mensaje de auto contención y responsabilidad que estamos trasladando a la ciudadanía.

Y por si eso le parecía poco, nos han anunciado que el Alcalde comparecerá el día 6 ante la prensa, en lo que parece ser su particular y personal versión partidista del txupinazo alternativo!!!

Es evidente que no se puede gestionar peor esta situación, pero desde nuestro grupo municipal de EH Bildu queremos reiterar y enfatizar, de cara a estos “no Sanfermines”, el llamamiento a la prudencia, a valorar la salud de todas las personas como el bien más importante a preservar estos días, a tener ese gesto solidario que supone una contención en la emoción derivada de la no celebración de las fiestas de San Fermín este año. A pesar de tener un Alcalde que no es capaz de predicar con el ejemplo y que le preocupa más la imagen de la Ciudad que la salud de las personas, según se desprende sus declaraciones, debemos dar una respuesta a la altura de lo que nos merecemos como Ciudad, actuando con la responsabilidad, la solidaridad, el sentido común y el cariño que nos merecemos entre todas y todos.