Un 8 de julio a más de 30 grados en Pamplona era mucho castigo y, superados los dos días más críticos de los ‘no Sanfermines’, el tercero dejó alguna que otra estampa más festiva por las calles del centro de la ciudad. Como la de los miembros de la peña Alegría de Iruña tras participar ayer en el acto de homenaje a Germán Rodríguez junto a la estela, ataviados de blanco y rojo. El buen tiempo invitó también a las cuadrillas más jóvenes a disfrutar de los bares abiertos en la plaza de la Navarrería y, a falta de terrazas diseminados por el suelo, eso sí ante la mirada atenta de los agentes de la Policía Municipal que patrullaron durante todo el día por las calles del Casco Viejo.