EH Bildu presentará cuatro iniciativas para el debate del anteproyecto de modificación de las ordenanzas fiscales y las normas de precios públicos para 2021, propuestas que buscan mantener la igualdad de trato entre toda la ciudadanía, garantizar que se mantenga el acceso universal a los servicios e instalaciones municipales y profundizar en la redistribución de los recursos para garantizar la capacidad municipal para afrontar los efectos de la crisis derivada del Covid 19.

Estas iniciativas se presentarán en tres instancias diferentes: por una parte, EH Bildu acuñará dos enmiendas a la propuesta del tripartito para las ordenanzas fiscales (terrazas y uso de instalaciones), por otra parte promoverá una iniciativa en el Parlamento para ampliar la capacidad de gestión del Ayuntamiento de Pamplona y, finalmente, presentará una instancia al Gobierno para acelerar la tramitación del censo de vivienda vacía en la ciudad. Joseba Asiron, portavoz de la coalición, ha explicado que “lo que buscamos con estas iniciativas es dotar a la institución de herramientas útiles y prácticas para afrontar la actual crisis desde una perspectiva de apoyo a quienes peor lo están pasando, pero también, y a futuro, aumentar la capacidad de recaudación del Ayuntamiento para reforzar los recursos que pueda destinar para gasto social”.

Joseba Asiron, que ha comparecido junto a la concejala Marian Aldaia, ha explicado que “el debate de las ordenanzas fiscales es la antesala del debate presupuestario que este año viene marcado especialmente por los efectos de la crisis de la Covid en nuestra ciudad”. Al respecto, ha insistido en que EH Bildu “va a defender tres ideas: la necesidad de mantener la capacidad de recaudación del Ayuntamiento con el compromiso de aumentar los fondos destinados a ayudas sociales y ayudas a la economía local; la ampliación de las competencias municipales para poder abrir nuevas líneas de ayuda a las personas que peor lo están pasando y, finalmente, reforzar la capacidad del Ayuntamiento para generar nuevas fuentes de financiación a través de cargas fiscales aplicables a los grandes tenedores de vivienda vacía, es decir, bancos, grandes promotoras y grandes inmobiliarias”.

“Lo que buscamos es algo tan profundamente de izquierdas como reforzar la autonomía municipal, garantizar la implicación de la institución en que nadie se quede atrás por esta crisis e involucrar en las soluciones con una mayor carga fiscal a quienes más tienen”, resumía el portavoz de EH Bildu. “Se trata de una estrategia integral: por una parte, mantenemos la capacidad de recaudación del Ayuntamiento, por otra parte, abrimos una línea de bonificaciones de cargas fiscales para las personas más afectadas por la crisis del Covid y, finalmente, aumentamos las líneas de financiación municipal con impuestos a las grandes corporaciones que retienen la mayoría de las viviendas vacías”, concluía.

La recaudación por terrazas para ayudas a la economía local

Respecto a la tramitación formal del anteproyecto de modificación de las ordenanzas fiscales, cuyo debate se inicia la semana que viene, la coalición soberanista presentará dos enmiendas. La primera defiende el mantenimiento de las tasas por ocupación de la vía pública por terrazas con el compromiso de destinar lo recaudado a ayudas al sector de la hostelería, ayudas que, en su caso, serían complementadas con transferencias del remanente de tesorería.

“La idea es crear una bolsa de ayuda a la economía local, bolsa en la que se incluiría el sector de la hostelería y configurarla desde la perspectiva de la solidaridad y la redistribución de lo recaudado”, ha explicado Marian Aldaia. “No parece justo, y así lo corroboran representantes del sector de la hostelería, que la única propuesta de la derecha en este debate sea eliminar las tasas sólo a los locales con terraza que son los únicos que están pudiendo mantener cierto grado de actividad, mientras el resto del sector sigue pagando igual”, añadía. La propuesta de EH Bildu es destinar los 450.000 euros de esa recaudación por terrazas a ayudas a todo el sector, complementándolas con partidas de superávit configurando una bolsa de ayuda a la economía local de la que “también podrían beneficiarse otros sectores que están sufriendo igualmente como son el comercio o la cultura”.

La segunda enmienda reclamará el mantenimiento de las actuales condiciones de uso de las instalaciones deportivas y escolares. “Hemos constatado con sorpresa que el equipo de gobierno, pese a pregonar que no iba a tocar nada que no tuviera que ver con el Covid, ha querido valerse de la actual situación para hacer una modificación de tapadillo y eliminar el uso de dichos locales para actividades políticas, religiosas y comunitarias”, explicaba Aldaia. “Esto supondría que, por ejemplo, partidos políticos o los equipos preventivos no podrían usar estas instalaciones para reuniones, charlas, etc, lo que implica censurar su actividad y volver de nuevo al modelo restrictivo que ya imperó en Iruñea en otros tiempos”, añadía.

Cambios normativos para posibilitar bonificaciones en impuestos municipales

El complemento a estas propuestas se localizará en el Parlamento de Navarra donde EH Bildu llevará una iniciativa que planteará la modificación de la normativa foral para permitir que los ayuntamientos, en este caso el de Iruñea, puedan poner en marcha líneas de bonificaciones fiscales para ayudar a determinadas personas y colectivos a hacer frente a los tributos locales. Esta capacidad, en principio, tendría carácter coyuntural ligada siempre a reforzar las herramientas de los ayuntamientos para hacer frente a la crisis del Covid. “Lo que se busca es que en impuestos de carácter general como la contribución o de carácter sectorial como el impuesto de circulación, el ayuntamiento, respecto a las cargas fiscales de ámbito municipal, tenga capacidad de bonificar en parte o totalmente las obligaciones de la ciudadanía que peor lo está pasando”, explicaba Marian Aldaia.

“Las bonificaciones irían siempre ligadas a la renta”, especificaba la responsable de Economía de EH Bildu. Los colectivos potencialmente beneficiarios de esta línea de bonificaciones serían personas con rentas bajas, en situación de desempleo, afectadas por EREs o ERTEs, familias numerosas con rentas bajas o familias monoparentales con ingresos bajos. Las bonificaciones para los impuestos generales como la contribución irían ligadas a las personas físicas o unidades familiares, mientras las bonificaciones para impuestos como el de circulación se vincularían a la situación laboral de quienes usen los vehículos como herramienta de trabajo.

La financiación de estas bonificaciones se vincularía a la gestión de parte del superávit municipal cuya puerta se ha abierto, en lo que a gasto social se refiere, tras la última decisión del Ejecutivo Central. La estimación que maneja EH Bildu es que de los 30 millones anuales que el Ayuntamiento ingresa por contribución entre 0,9 y 1,3 millones podrían ser bonificados, mientras de los 10 millones que ingresa por circulación, las bonificaciones podrían alcanzar los 400.000 euros.

Impuesto a la vivienda vacía para bancos, promotoras y grandes inmobiliarias

Finalmente, como tercera pata de la estrategia, la coalición elevará al Gobierno de Navarra una petición para que acelere el proceso de elaboración del censo de viviendas vacías para, en lo referente a Iruñea, tenerlo disponible para el mes de diciembre. El objetivo es que, de cara a 2021, se pueda poner en marcha el cobro del impuesto a grandes tenedores de este tipo de viviendas recogido ya en las ordenanzas aprobadas por el gobierno del cambio en el último año de su legislatura (2018). Este impuesto sólo afectaría a las grandes corporaciones inmobiliarias (bancos, promotoras y multinacionales del sector), que mantienen vacías sus viviendas. “Se buscaría generar los siguientes efectos: aumentar la capacidad de recaudación del Ayuntamiento y fomentar la salida de vivienda al mercado lo que permitiría una bajada de precios tanto en venta como en alquiler”, explicaba Aldaia. Esta propuesta incluiría el compromiso de la corporación para destinar ese incremento recaudatorio “exclusivamente” a gasto social.

A diferencia de la línea de bonificaciones, cuya concepción y vigencia se liga a la excepcionalidad de la crisis del Covid, el impuesto a la vivienda vacía “viene para quedarse y a lo que aspiramos a que el compromiso de usar lo recaudado para inversión social sea permanente”, concluía Aldaia.