n el Pleno Municipal del Jueves 5 de noviembre se consumó la amenaza. Se decidió no renovar los 8 contratos con los Servicios de Acción Preventiva Comunitaria que trabajan en otros tantos barrios de la ciudad a partir del 31 de diciembre. Había pasado exactamente una semana desde que el jueves 30 de octubre María Caballero anunciaba sus intenciones. En tan solo 7 días Navarra Suma, con la complicidad del PSN de Iruñea, pretendía destruir el trabajo de más de 20 años (o intentarlo, al menos). Poco les importó que la práctica totalidad de técnicos y técnicas municipales, la responsable del programa de infancia o multitud de entidades que componen el tejido asociativo de nuestra ciudad se mostraran frontalmente en contra. No tuvieron en cuenta la recogida de firmas de miles de personas por diferentes vías, los correos de centros de salud, las cartas al director de padres y madres preocupadas. Por supuesto, no escucharon con la debida atención las palabras que la representante de los equipos preventivos lanzó en el pleno. No les sirvió tampoco nuestro último intento, en forma de enmienda, por buscar una solución satisfactoria y realizar un estudio serio entre todas las partes implicadas en este tema tan importante; la decisión estaba tomada de antemano. Nadie respondía a la pregunta que lanzaba una amatxo desde Etxabakoitz, ese barrio que cada día me encandila más: “¿Por qué queréis quitarnos esta alegría?”. Eso es lo que intentan, quitarnos la alegría, pero no desesperemos, no les va a resultar una tarea sencilla.

Pocos minutos después de la votación, tuvimos ocasión de bajar un momento a la Plaza del Ayuntamiento, llena a rebosar de personas desoladas, y fue realmente duro ver la impotencia que reflejaban sus caras. Quiero deciros que entiendo perfectamente vuestra tristeza y vuestra rabia, pero que debéis estar muy orgullosas del trabajo que realizáis y no perder la esperanza. Sois futuro.

No voy a repetir los múltiples argumentos existentes contra esta decisión que se hemos escuchado y leído estos días. Pero sí quiero, por una parte, apuntillar alguna cuestión y de paso, echar una mirada al futuro cercano. Uno de los pilares de la crítica de EH Bildu a este nuevo proyecto de María Caballero es la venganza. Ella lo niega, claro, esa palabra no está en su diccionario, dice. Imagino que la decisión de eliminar los Preventivos no tiene nada que ver con las palabras que dijo en la Comisión del 9 de Septiembre de 2019 y que reproduzco textualmente: a la hora de la verdad nosotros lo que vimos la legislatura pasada es que había cuatro profesionales, que yo les dije que formaban parte de sus listas electorales, de EH Bildu. Luego, cuando nosotros decimos que estaban politizados, lo decimos con conocimiento de causa. Eso es lo que vamos a tratar de quitar. En la Comisión del 30 de junio de este año incidió al responderme: ustedes siempre han estado con los preventivos, o los preventivos han estado muchos con Uds., en sus filas incluso algunos de ellos. Con esta forma de pensar y de actuar (negando el derecho a tener inquietudes políticas a quienes trabajan en los SAPC de manera sectaria), ¿puede alguien todavía dudar de que la única motivación de María Caballero sea política?

Pero una cosa debe saber María Caballero: la decisión que ha tomado es irresponsable. Primero, porque la ha tomado con tanta prisa que no ha preparado muchas cuestiones vitales, como la transición entre uno y otro modelo. Dudamos seriamente de que este nuevo Programa vaya a estar en disposición de empezar a funcionar el 1 de enero, como pretenden. ¿Qué va a suceder en ese caso? ¿Van a prorrogar los contratos a los SAPC? Pocas opciones más se nos ocurren.

Y ¿por qué es irresponsable también? Porque jurídicamente existen muchos puntos débiles en este expediente montado con urgencia. Así lo entendemos desde EH Bildu y actuaremos en consecuencia. Si me preguntan si vamos a intentar paralizar este despropósito con todos los medios legales a nuestro alcance, la respuesta es rotundamente .

Quiero decir con esto, y este es el mensaje más importante, que quería transmitir, que lo sucedido el jueves es una parte de la contienda que ha abierto el Equipo de Gobierno contra los barrios. Que no está todo perdido y que hay esperanza de que, todavía se pueda revertir la decisión tomada. Hablamos del ámbito político e incluso, como he dicho, del jurídico. Pero la movilización vecinal, las recogidas de firmas, las declaraciones de asociaciones, de técnicas... todo es necesario en esta pelea. Cada cuál en su ámbito, tiene todavía trabajo que hacer antes de que definitivamente se consume el desastre. ¡Ánimo!El autor es Concejal de EH Bildu en Pamplona-Iruñea