Este miércoles 3 de febrero Pamplona celebra la festividad de San Blas con novedades en el tradicional mercadillo de roscos y dulces. El cumplimiento de la normativa derivada de la pandemia de la COVID-19 ha llevado al Ayuntamiento de Pamplona a trasladar el mercadillo de la plazuela de San Nicolás y la calle San Miguel al paseo de Sarasate, con una mayor amplitud tanto para los puestos como para el tránsito peatonal.

Los 21 puestos del mercadillo se colocarán en una sola línea, en la parte central del paseo, desde la zona frente a la iglesia de San Nicolás hasta el entorno del Monumento a los Fueros. El espacio se cerrará con 200 vallas y cuatro personas vigilarán los accesos para poder controlar los aforos, las distancias y las medidas preventivas establecidas por la normativa para evitar contagios. El aforo máximo permitido dentro de todo el recinto del mercadillo de San Blas, será de 165 personas.

El mercadillo contará con una entrada y una salida diferenciadas. La entrada se ubicará en la zona cercana a la puerta de la iglesia de San Nicolás y la salida, junto al Monumento a los Fueros. Se podrán vender productos desde las 9 horas hasta las 20.30 horas. Los puestos podrán comenzar a instalarse a partir de las 7 horas del mismo miércoles y deben estar montados antes de las 9 horas. A las 21 horas, los puestos deben estar ya quitados.

Esos puestos no ocuparán más espacio que el autorizado por el Ayuntamiento (3 metros) y, una vez montados, deberán dejar un espacio en la calzada que permita el paso de los vehículos de emergencia y servicio de limpieza. Los puestos dispondrán de palets para mantener elevadas las cajas almacenadas y dispondrán de toldos adecuados para proteger la mercancía.

Solamente se expondrán a la venta productos alimenticios típicos de la fiesta de San Blas (roscos y dulces), con la documentación acreditativa de su origen. Se prohíbe la venta de pan, así como la venta de productos con nata o crema pastelera. Todos los productos se deberán mantener protegidos fuera del alcance del público mediante vitrinas o dispositivo similar y, en su caso, debidamente envueltos o envasados, respetando las fechas de consumo preferente. Los productos se servirán con pinzas o guantes.