Vecinos y comerciantes de la Milagrosa van a remitir una instancia al Ayuntamiento de Pamplona solicitando la anulación de una de las medidas circulatorias incluidas en las obras de amabalización que se están llevado a cabo en el barrio.

Hasta el momento han recogido 500 firmas para reclamar que la calle Manuel de Falla disponga de un giro a la derecha. El problema principal se centra en los 15 metros que separan la Travesía de Guelbenzu con la calle Urrobi, por donde hasta hace dos semanas se podía circular en ambas direcciones.

Sin embargo, la reciente instalación de una señal que impide conectar la calle Manuel de Falla con la calle Blas de la Serna está causando una serie de inconvenientes a los vecinos de la zona, como trayectos más largos para entrar o salir del barrio o de aparcamiento.

Varios de residentes en la zona se han reunido esta jueves para exponer su malestar por el resultado que han dejado algunas de las las intervenciones realizadas por el Ayuntamiento.

Como se recordará, las obras de reurbanización se han centrado en el entorno de las calles Manuel de Falla y Río Urrobi, donde se han ampliado las zonas peatonales a costa del tráfico rodado.

A los cambios en la circulación en algunas calles, como el citado en el cruce de Travesía Guelbenzu, se han eliminado plazas de aparcamiento, se han instalado mobiliario urbano y jardinería y se han coloreado los nuevos espacios peatonales generado.

La mayor queja del vecindario se localiza en la señal colocada a mitad de la calle Manuel de Falla, junto al local de Bodegas Leyre. Su propietario, Alberto Urralburu, comenta que la prohibición obliga a muchos residentes a tener que recorrer un kilómetro y medio cuando hasta hace poco lo hacían por esta calle. “La única salida ahora es la calle Guelbenzu y volver a acabar a la avenida Zaragoza. La medida solo ha traído problemas a los vecinos y a los repartidores, que están que trinan”.

Amaya Alonso ha sido la encargada de la recogida de las firmas entre el vecindario, con la colaboración de algunos comercios como el bar Albéniz, bodegas Leyre, peluquería París, panadería Soto, panadería Mida, panadería Horno Latino, farmacia Rodríguez Zarzuelo, frutería Las Frutas, Chuchería Pipas, clínica veterinaria Mi Amigo, supermercado Unide, bodegas Núñez y Mas formas soluciones gráficas.

“No tiene sentido lo que han hecho. El mayor problema lo estamos sufriendo cuando en teoría era un proyecto pensado en nuestro beneficio”.

En su caso, considera que también afecta a los comerciantes “que tenemos la tarjeta de la OTA de actividad y no tenemos posibilidad de aparcar en zona azul ni verde. Solo lo podemos hacer en la naranja y son la mayoría de las que han quitado. La solución, según el Ayuntamiento, es devolver la tarjeta y aparcar en los solares, pero están llenos”.

Otro de los asistentes, Juan Irigoyen, se queja de la falta de espacio de las aceras y del mobiliario que se ha colocado en los espacios antes ocupados por plazas de aparcamiento. “La movilidad sigue siendo muy mala. No hay sitio en las aceras con las silletas y han colocado muchas plazas de aparcamientos de bici cuando el vecindario de estas calles es mayor y no usan las bicicletas”.

Para Gúmer Novillo, el cambio obliga a las personas mayores a llevar la compra a mano cuando hasta ahora podía utilizar su coche, mientras a Asun Ulecia lamenta el resultado que han dejado las obras. “Esta bien que disminuya la circulación, pero no puede ser a costa de perjudicar al barrio. No hace falta más que ver el tráfico que soporta la calle Río Queiles a todas las horas del día”.

Cerca de esta calle, el Ayuntamiento ha habilitado 90 plazas de aparcamiento para el estacionamiento exclusivo para residentes con tarjeta del sector 3.

La medida no termina de convencer a algunos vecinos, como Esteban Bermejo, que considera la nueva ubicación muy alejada de su vivienda. “He tenido que localizar una plaza de aparcamiento porque me suponía diez minutos de traslado hasta el nuevo aparcamiento”.

Manuel Cueva asegura que las plazas son ocupadas por vecinos de Azpilagaña, porque son del mismo sector. Como solución plantea la posibilidad de que se permita el giro a la derecha en el acceso a la calle Guelbenzu desde la travesía del mismo nombre.