el minucioso corte de la foto nos permite afirmar que nos encontramos en el punto exacto de 1954. Vemos que las dos primeras casitas siguen en su lugar, bien arregladas, aunque la tercera ha sido sustituida por otra notablemente más alta, y falta también la que daba acceso al Frontón Moderno, derribado aquel mismo año 1954. En su lugar se abren las escaleras de subida a la plaza de los Burgos, junto a las que se habilitó un pequeño frontón. La calle va presidida por la puerta del mercado y la torre de Santo Domingo en alto.

Falta, por supuesto, la mujer que se asomaba al balcón, aunque pudimos conocer a los actuales propietarios de esa misma vivienda, Ana y Patxi, que nos dieron información y conversación. Otro día hablaremos del viejo frontón de la Mañueta, donde se llevaban a cabo las más inverosímiles apuestas, lo cual dio origen al término pamplonés "mañuetero", como sinónimo de "rebuscado" o "retorcido". Prometido.

la Mañueta era una calle proletaria y llena de vida, que hasta contaba con su propio frontón, situado al fondo y a la izquierda. En la Edad Media la calle había recibido el nombre de "rúa de la Mulatería", aunque ya para el año 1275 se cita como "rúa de los Baños". Este nombre ha hecho pensar a muchos autores que "Mañueta" podría derivar de la palabra vasca "bainu", seguida del sufijo abundancial "-eta", aunque los baños a los que podría hacer alusión, fueran romanos o posteriores, no se han podido aún acreditar por vía arqueológica.

La foto nos muestra la calle llena de gente, en un día de labor y previsiblemente en verano. Los personajes se distribuyen como en una escena de Cine de Barrio, con el hombrico que sale de la carnicería comiendo algo, el operario que ha detenido su labor, martillo en mano, las mujeres comadreando y hasta una señora que se ha asomado al balcón para "vigilar" la calle. Una fotografía preciosa, vaya.