"Al mínimo agujerito, tiramos el pantalón o la camiseta a la basura porque nos sale muy barato comprarnos otra prenda. Debemos frenar el consumismo exacerbado", defiende Alazne Juaniz, asesora de Cosetelas, un espacio de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona en Traperos de Emaús de Berriozar que contribuye a la reducción de residuos textiles. "Enseñamos a la gente a reutilizar la ropa, a darle una nueva vida o arreglarla. Por ejemplo, convertir un pantalón en una falda o ensanchar o estrechar las prendas ", explica Alazne.

Cosetelas, señala, no es ni un taller ni un curso. "La gente que viene aquí ya sabe coser", sino un espacio para personas que "necesitan coser con máquinas industriales que no tienen en sus casas, que trabajan con grandes piezas de tela -con el problema de sitio que eso supone en un domicilio- o que no saben cómo afrontar un arreglo complejo", comenta. "La iniciativa siempre parte de la persona usuaria. Ella trae el material y aquí aportamos el espacio, la maquinaria y los consejos", subraya. En concreto, tres máquinas de coser industriales y otras tres domésticas.

Alazne asesora todos los viernes de 16.00 a 20.00 horas. Antes de la pandemia -la iniciativa se puso en marcha hace tres años- por Cosetelas podía pasarse cualquiera y permanecer el tiempo que quisiera, pero en la actualidad hay que inscribirse cada vez que se quiere acudir y apuntarse a uno de los dos grupos -de 16.00 a 18.00 y de 18.00 a 20.00 horas- de seis personas cada uno.

"Estamos abiertos todos los viernes, pero no es un curso al que debas acudir obligatoriamente todas las semanas. Vienes cuando quieras, pero cada vez te debes registrar en la página web de la Mancomunidad indicando tu nombre, apellidos, turno al que asistirás y un número de teléfono para facilitar la identificación en caso de que se produjera un contagio", señala.

Cuando no había que inscribirse, continúa, la variedad de público era mayor. En los últimos meses, predominan "las mujeres de 50 años para arriba, pero también vienen bastantes hombres, gente joven con ganas de transformar una prenda y de aprender nuevas ideas de diseño y madres con sus hijos para introducirles en el mundillo y trasladarles la filosofía de no consumir en exceso", asegura.

Erabili, su marca

Además, desde hace siete años esta diseñadora navarra posee su propia marca de ropa y complementos: Erabili. "Empecé sobre todo con complementos. Mi filosofía era crear mochilas, bolsos y riñoneras sostenibles con material reutilizado", recuerda. Después, dio el salto a las prendas infantiles y femeninas, "con tejidos naturales, ecológicos y naturales", relata.

En su taller artesanal, realiza los patrones de sus diseños. Poco a poco, ha conseguido crear un estilo propio y el colofón fue hace menos de un mes, cuando presentó en Geltoki, la antigua estación de autobuses de Pamplona, su colección de ropa de primavera.