Meraki, una palabra de origen griego que se utiliza para describir actividades realizadas con entrega, creatividad, ilusión y alma. Y desde hace tres semanas, la nueva tienda de ropa para mujer en la calle San Nicolás, 56, donde hasta hace menos de un año se situaba el establecimiento de textil Natural Dippner.

Jennifer Chocarro, pamplonesa que regenta Meraki, levantó la persiana el pasado lunes 26 de abril, tras 20 años trabajando en la administración pública. “Hace dos años ya sabía que se terminaba mi plaza y me iba a tomar un año sabático porque estaba muy cansada, pero desgraciadamente llegó la pandemia y truncó mis planes”, relata.

En vez de quedarse parada y con los brazos cruzados, se enteró de que el local de la calle San Nicolás se quedaba libre en octubre y se lanzó a la piscina: “Desde pequeña me ha encantado la ropa, ir a comprar a mercadillos y la gente que teje artesanalmente. Así que me animé, aunque desgraciadamente en los tiempos que corren estamos viviendo más cierres que aperturas”, señala.

A pesar de llevar solo tres semanas al frente, Jennifer valora positivamente los primeros resultados.“Estoy contenta. La gente que se ha pasado por la tienda se ha quedado encantada porque por fin tienen un negocio de ropa femenina con género diferente”, asegura.

Los vecinos de San Nicolás también se han alegrado del nuevo negocio ya que “se temían” otra bajera cerrada en el Casco Viejo o un establecimiento de hostelería: “No por el hecho de ser un bar, sino por la saturación que ya hay, al final los vecinos viven aquí. Y ellos han estado con incertidumbre hasta hace unas semanas porque el local ha estado tapado durante tres meses y no sabían con qué se iban a encontrar”, explica.

Además, quiere agradecer el recibimiento que le han brindado los comerciantes de la zona, “compañeros de calle y plaza”, que califica como “espectacular”. “Al final, si se van cerrando pequeños locales, las calles se van quedando vacías y repercute negativamente en el resto de comerciantes. Pierde todo el mundo”, reflexiona.

Productos orgánicos

En una de las paredes blancas de la tienda, está grabado el siguiente eslogan: Don’t panic, it is organic (Que no cunda el pánico, es orgánico). Y es que Meraki ofrece una gran variedad de prendas confeccionadas con algodón orgánico y ecológico - se cultiva libre de sustancias tóxicas como fertilizantes, insecticidas y pesticidas de origen petroquímico-, calzado -algunos de ellos con botellas rescatadas del fondo del mar-, mochilas, carteras y estuches.

“Trabajamos con pequeños talleres que cosen todas las prendas a mano y con telas que son respetuosas con el medio ambiente. La gente cada vez está más concienciada de lo que perjudicamos a la naturaleza y busca productos que no la dañen tanto”, comenta.

Más allá de la defensa del medio ambiente, Jennifer recomienda su tienda a personas que buscan prendas diferentes y que quieran salirse de lo convencional. “Vas por la calle y ves que todo el mundo viste más o menos parecido porque siguen determinadas modas. Meraki es para gente que se sale de lo establecido y lo predominante”, asegura. Además, ofrece prendas vistosas “para darle color a esta Pamplona que últimamente está un poco gris”, bromea.