y más concretamente en el mes de diciembre, las fuerzas de la naturaleza parecían desatadas en buena parte del mundo, y las noticias sobre inundaciones llegaban a las redacciones de los periódicos. El día 15 en Gran Bretaña se hablaba del peor invierno de los últimos 36 años, y los ríos habían causado graves contratiempos en Holanda. En Filipinas, el tifón "Opal" arrasaba las cosechas y producía el descarrilamiento de un tren, y en Ceilán la tempestad ahogaba a 350 pescadores. En Pamplona el río Arga, sin llegar a esos extremos, sí que provocaba problemas en la Rotxapea. La prensa del día 2 de diciembre hablaba de una "impresionante crecida", causada al parecer por cuatro días de precipitaciones, así como por una subida de las temperaturas, que había producido la "licuefacción" (sic) de la nieve. La foto muestra la inundación en la Magdalena, con una furgoneta DKW que hasta parece poner "carica" de angustia.

la zona fotografiada en 1964, y que es conocida como Camino (o carretera) de Burlada, permanece prácticamente igual que en 1964. Vemos a la derecha la vieja tapia de mampostería, y enfrente la llamada "Casa de las Moscas", que lleva en sus paredes las cicatrices causadas por mil inundaciones.

Hoy en día, y a pesar de que se han tomado diversas medidas a lo largo del cauce del Arga para evitar su rebosamiento, la verdad es que periódicamente el río se desborda en este mismo punto, como para dejarnos claro cuáles son sus dominios. Y en los años que llevamos trabajando en el Ayuntamiento, han sido varias las ocasiones en que hemos tenido que bajar a comprobar in situ los efectos del "acqua alta", que dirían los venecianos. En cuanto a la riada de 1964, la prensa de los siguientes días fue contando como el Arga se iba desbordando en Falces, en Peralta, en Funes... provocando parecidas consecuencias que en la vieja Iruñea.