Cuando Pamplona se engalana de blanco y rojo, también acoge con los brazos abiertos a decenas de miles de turistas procedentes de distintas partes del mundo.

Sin embargo, por segundo año consecutivo, el atuendo sanferminero se ha quedado esperando en el armario y no hay ni rastro de los americanos, mexicanos o franceses que venían a Iruña a disfrutar de las mejores fiestas del mundo.

A cambio, la ciudad está recibiendo visitantes que no se dejaban ver por estas fechas -turismo cultural y de naturaleza- o que pasaban desapercibidos entre la multitud, como los peregrinos.

Desde la Oficina de Turismo de Pamplona informaron que durante esta semana no habían atendido al denominado turista sanferminero. “Por aquí no se ha pasado ningún grupo que haya venido a Pamplona exclusivamente porque son las fechas de San Fermín. Se les diferenciaba claramente tanto por el tipo de gente que eran como por el tipo de demanda de alojamientos, actividades, sitios donde comer…”, explicó Jon Martínez Larunbe, trabajador de la Oficina de Turismo de Pamplona.

En los últimos Sanfermines, añadió, 231.773 turistas internacionales llegaron al Casco Viejo, más de la mitad procedían de Francia, el 56%, el 25% de Estados Unidos, el 4% de México y Reino Unido y Alemania representaban cada uno a un 1,4% del total.

La ausencia del visitante sanferminero no ha dejado vacío el centro de Pamplona. “A lo largo del mes de junio y la primera semana de julio hemos notado un incremento exponencial de turistas respecto a mayo y a los meses anteriores”, aseguró Jon. En concreto, predomina el turismo cultural, deportivo y de naturaleza. “Son familias, grupos de amigos o parejas. En muchos casos, están alojados en una casa rural en el Baztan y visitan unos días Pamplona”, señaló.

Debido a las restricciones que los distintos gobiernos imponen para frenar el avance del virus -PCR negativa, cuarentena a la vuelta del país de origen o el certificado covid que permite la circulación libre y segura dentro de la Unión Europea- predomina el turista nacional. “Sobre todo de Madrid, Valencia y Barcelona, que siempre suelen ser las fuerzas mayores. Y en cuanto a excursionistas, hay muchísima gente de Bizkaia, Gipiuzkoa y Zaragoza”, apunta. A pesar de ello, Pamplona no pierde estos días su ángulo más internacional: “También hay muchísimos franceses y holandeses jubilados que ya han recibido las dos dosis y están inmunizados”, comenta.Turismo cultural

El Casco Viejo de Pamplona acogió ayer a algunos grupos de turistas que visitaron los sitios más icónicos de la ciudad con una tranquilidad impropia de estas fechas: la Plaza del Castillo, la plaza Consistorial, la Catedral de Santa María la Real o la Iglesia de San Lorenzo, donde aguardaba San Fermín.

“Estamos hospedados en San Sebastián. Hemos venido a pasar el día porque hemos visto que el domingo iba a hacer muchísimo calor ”, relató el madrileño José Luis Jiménez delante del Ayuntamiento, donde su familia y él esperaban a una visita guiada. Después, comieron de pintxos en la Estafeta.

Cerca de allí, en los pasadizos de la Iglesia de San Nicolás, aguardaban las hermanas sevillanas María y Paula Sánchez. Era su segundo día en la capital navarra y ya habían visitado prácticamente toda la ciudad. Para hoy, tenían previsto protegerse del calor en la frondosa Selva de Irati, aunque confesaron que ya estaban acostumbradas a las altas temperaturas.