Vicenta Irurita celebró ayer sus 106 años a lo grande, rodeada de familiares y vecinos del barrio, una fiesta por todo lo alto en la que no faltaron los gigantes y músicos de Txantreako Erraldoi Konpartsa. Y no es para menos porque además de veteranía Vicenta goza de una salud de hierro. Los vecinos de su calle decoraron los balcones con muchos globos y algunos cánticos. Irurita será además la encargada de prender la mecha de las fiestas de la Txantrea, que se celebrarán del 28 de abril al 1 de mayo. Esta semana tendrán lugar diferentes actos culturales como previa a las fiestas y culminarán con la celebración de la fiesta de los mayordomos este próximo domingo.

Irurita, conocida por todos en el barrio, es habitual del Ona y del Sorgiñe, donde acostumbra a cantar jotas con el Maño y el Perico. "Me esperan siempre para echar unos cánticos, me incitan ellos", bromeaba Vicenta, en una entrevista concedida a DIARIO DE NOTICIAS, hace dos años, cuando cumplió 104.

Vicenta Irurita, que deja huella allá donde va, nació en Muru-Astráin, se crió en el pueblo antiguo de Cizur, vivió en La Milagrosa (en el barrio del Mochuelo) y llegó a la Txantrea en los años 50, "cuando no había ni casas... Conmigo vinieron todos los vecinos", reía.Trabajó en Argal, en el Casino Eslava y en una casa de maestras "en el Paseo Valencia".

Allá por 1999, con 80 años, consiguió un premio en el Precio Justo, "en el programa de la tele, los primeros mil euros", relata. Todavía conserva una pluma italiana que se llevó también de aquél plató después de adivinar su valor. "Le acababan de operar de juanetes y no sabía si el médico le iba a dejar ir. Pues fue, y hasta echó algún baile", rememora su hija.