la zona de la actual bajada de Labrit era una explanada de aspecto caótico, a medio urbanizar, resultante del derribo de la muralla de Tejería, que hasta entonces y durante siglos había recorrido de arriba abajo la calle. La fotografía fue obtenida el 3 de agosto de aquel año, según informa J.J. Arazuri. Según hemos podido comprobar, aquel día la prensa local no recogía dato alguno sobre las obras de la calle, pero sí que informa profusamente sobre la marcha de la guerra de África. Se cuenta, por ejemplo, que aquel día habían salido de Pamplona 46 soldaditos, rumbo a la guerra. Quién sabe si alguno de ellos habría caído bajo una bala o un cuchillo marroquí...

La fotografía muestra un panorama amplio de la futura calle, en la que vemos un total de ocho mocetes, que han acudido con la sana intención de salir en la foto. Al fondo se distinguen las casas "liberadas" tras el derribo de la muralla, y la embocadura de la calle de la Merced.

y a pesar del intenso proceso de urbanización que la zona ha experimentado, el paisaje urbano de hace 100 años permanece perfectamente reconocible.

La calle que en 1922 se estaba gestando recibió su nombre al año siguiente, el 19 de diciembre de 1923. Se dedicó a Juan de Albret (o Labrit), Juan II de Navarra, rey que sufrió en sus carnes la conquista de Navarra de 1512. Claro que, en realidad, él no era sino el rey consorte, marido de Catalina de Navarra, que era la depositaria de los derechos dinásticos en 1512 y que, sin embargo, no recibió calle alguna en la antigua capital de su reino. En 2019 el ayuntamiento del cambio quiso revertir esta injusticia, y le otorgó una importante avenida en el centro de Pamplona. El regreso de la derecha mandó de nuevo a la pobre Catalina al ostracismo, y volvieron a dedicar la calle a aquel mismo Ejército que, en 1922, enviaba a los jóvenes navarros al matadero de África. Cosas de la derecha...