Dos asociaciones más se han sumado en este mes de mayo al proyecto ‘Pamplona frente al Odio’. La Fundación de Asociaciones Gitanas de Navarra Gaz Kaló y CERMIN se han adherido a esta iniciativa, anteriormente conocida como proyecto CLARA, dirigida a hacer frente a los delitos o incidentes de odio que surjan en la ciudad. De esta forma son ya trece las entidades que participan en este proyecto que coordina el Ayuntamiento de Pamplona, a través de la Policía Municipal.

Este acuerdo es el fruto de las necesidades detectadas en el proyecto europeo CLARA, cofinanciado dentro del programa de Derechos, Igualdad y Ciudadanía de la Unión Europea. Dicho proyecto fue dirigido a la mejora de las capacidades de las autoridades locales y comunidades para prevenir, identificar y luchar contra los incidentes racistas y xenófobos, los discursos y delitos de odio, siendo complementado por un modelo de seguimiento y apoyo a las víctimas de estos delitos.

Por todo ello, se detectó la necesidad de dotarse de los medios adecuados para obtener un conocimiento lo más detallado de los incidentes y/o delitos de odio que se pudieran dar en Pamplona. Igualmente, se identificó la necesidad de trabajar, tanto la administración como las diversas comunidades al unísono con el objetivo de erradicar este tipo de conductas totalmente reprochables en la actualidad.

El pasado mes de noviembre se celebró un acto en el que el Ayuntamiento de Pamplona y representantes de once entidades firmaron un convenio de colaboración para poner en marcha un protocolo que permita hacer frente a las situaciones de odio. Esas once asociaciones, a las que ahora se han sumado CERMIN y Gaz Kaló, y que siguen formando parte del proyecto son Secretariado Gitano, Comunidad Islámica de Pamplona, Cáritas Diocesana de Pamplona-Tudela, Asociación SEI, Cruz Roja, Médicos del Mundo, Kattalingorri, SOS Racismo Navarra, Plataforma ciudadana contra la islamofobia, fundación XILEMA y La Majarí Asociación Gitana de Navarra.

El compromiso adquirido por las entidades participantes pasa por la recogida y análisis de todos los hechos que pudieran considerarse como incidentes y posibles delitos de odio. Esas entidades informarán a la persona afectada de las posibilidades existentes y recursos disponibles en cuanto a su situación particular, más allá de si interpone o no denuncia. Asimismo, el proyecto cuenta con una comisión de seguimiento en la que se comparte aquella información relacionada con los incidentes y/o delitos de odio y se proponen las acciones más adecuadas para dar visibilidad a ese tipo de incidentes.