n reto, una forma de perder el miedo y la vergüenza, o una manera de conocerse a uno mismo. Estos son algunos de los motivos por los que un grupo de jóvenes de Lodosa y de las poblaciones vecinas se han aventurado a participar, de la mano de la Red de Teatros de Navarra y de Quiero Teatro, en el programa Oholtzara /Salto a escena. Todos los martes por la tarde hasta finales de marzo, coincidiendo con el Día Mundial de Teatro, la casa de cultura de la localidad ribera acogerá un taller que se encargará de impartir María Zapata, actriz con formación y experiencia, entre otras cuestiones, en teatro social.

El principal objetivo, cuenta, “es acercar el teatro a los adolescentes, que lo conozcan porque, muchas veces, es menos accesible para ellos que otras artes”. Y es que, insiste, todos los que se han inscrito utilizarán las artes escénicas para mostrar, de forma individual y colectiva, sus sentimientos, pensamientos e ideas.

El taller, explica Zapata, “empieza con una parte muy importante de juego, que es lo que les hace avanzar y conocerse a nivel personal, pero lo hacen de una forma amable; aprenden sin darse cuenta y, de este modo, no resulta pesado. Y es que el teatro te expone así que, a través del juego, exploran cosas de ellos mismos y se genera una creatividad muy rica y sana”.

Todos los que participan lo hacen “encantados”, es el caso, por ejemplo, de Lubna Saidi Hafidi, lodosana de 15 años, que asegura que “me gusta el teatro, me lo paso bien y me hace conocer a gente nueva”. Esta joven, que ya participó hace dos años en este mismo taller, reconoce que al principio le da “un poco de vergüenza, pero me gusta meterme en otros personajes”. De hecho, le gustaría interpretar a alguno de los atracadores de la afamada serie ‘La casa de papel’.

También está en el curso Juan Jiménez, de Lodosa de 15 años. “Desde pequeño me han dicho que sé actuar y, que gracias a eso, siempre me salía con la mía. Creo que lo peor es el corte que da al principio hacer cosas a las que no estás acostumbrado pero al final, como te conoces con todos, se pasa”.

Conforme avancen las sesiones, apunta la profesora, trabajarán diversos personajes, la expresión corporal (gestos, mímica), la expresión oral (dicción, entonación, ritmo, grupo fónico, fraseo, timbre, intensidad), la improvisación y dramatización así como la estructura de una historia para, finalmente, terminar montando algo que, en este caso, aún está por definir. “La verdad es que todos colaboran y es un aprendizaje que va en ambos sentidos”.

Para Zapata lo más complicado es el comienzo, “la cohesión del grupo, que pierdan la vergüenza. Es un taller que tiene mucho de entrega por lo que, si no vienes porque quieres o dispuesto a ello, no tiene mucho sentido”, mientras que lo más satisfactorio, “es cuando hacen creaciones y los ves metidos de lleno; verlo desde fuera es súper bonito”.

Óscar López, lodosano de 15 años, es otro de los participantes en el programa. Aunque asegura que lo que más le gusta es el humor, se atrevería con cualquier personaje, “eso sí, si es complicado y no es tu tipo, hay que trabajarlo mucho más porque es más difícil meterte en él e incluso aprenderte el papel”.

De Lodosa también son las jóvenes de 15 años Gabi Cuesta, que decidió apuntarse porque le animaron sus compañeras y, “aunque a veces da un poco de pereza, al final nos lo pasamos muy bien, nos echamos una risa, y merece la pena venir”, e Ilham Tabit, de 17 años. En este caso, ella repite experiencia “porque creo que es una actividad con la que mejoras la creatividad y, al tener que interpretar a otras personas, logras empatizar más. Me haría ilusión poder montar una obra e interpretarla con público y me gustaría hacer un papel que me ponga contra las cuerdas, que sea totalmente diferente a mí como, por ejemplo, un hombre”.

Por último está Julio Elvira, de Alcanadre de 14 años, con su hermano como referente. Y es que, asegura, “lo vi actuar y me llamó la atención. Hace dos años también me apunté pero por aquel entonces me preocupaba más lo que podían decir de mí, ahora me da igual y no tengo vergüenza por nada”. Aunque reconoce que es difícil “dejar de ser tú para convertirte en esa otra persona”, entre sus sueños estaría participar en un musical y le encantaría interpretar “a una princesa o reina de corazones, estar empoderada e ir con taconazos”.

Durante estos meses este grupo seguirá formándose a la par que divirtiéndose y, en función de la situación epidemiológica, mostrarán al público sobre el escenario lo que han aprendido.

“El teatro te expone y, a través del juego, exploran cosas de ellos mismos”

Actriz y profesora del taller

“Es una actividad con la que mejoras la creatividad y empatizas más”

Joven de 17 años

“Lo más difícil es dejar de ser tú para convertirte en otra persona”

Joven de 14 años