La banda de música de Peralta, una agrupación que nació hace diez años, acaba de cambiar de director, y es que Christian Jiménez, el vecino que cogió la batuta con 23 años y se puso al frente del proyecto desde el primer día, ha tenido que dejar el puesto “por falta de tiempo”, tal y como explica. Sin embargo, no se desvincula del grupo y, sentado en su sitio como un músico más, seguirá las instrucciones del nuevo director, Cristian Pérez.

“Es una decisión que llevaba pensándola desde verano de 2021 porque no quería ser el que frenase el crecimiento de la banda por no poder prestarle el tiempo necesario”, cuenta Jiménez que terminó su ciclo dirigiendo la Salve y la procesión de San Blas. De hecho, no quiso acabar con un concierto a modo de despedida porque “no me gusta ser el protagonista de nada, soy uno más”. Eso sí, sus compañeros y amigos ya se encargaron de entregarle una placa como recuerdo.

Tras casi una década sin banda, cuenta echando la vista atrás, decidieron juntarse unos cuantos amantes de la música para ver si había interés; después, el hecho de que él fuese el director llegó por consenso. “No tenía ni idea de dirigir, pero quería que el proyecto siguiese adelante porque no entendía cómo en un pueblo como el nuestro, en el que tanta gente tocaba algún instrumento, no tuviese banda”.

Los inicios

Los primeros ensayos “fueron costosos”. De hecho, recuerda, “estuvimos tres meses para preparar cinco procesiones, que son con las que debutamos en Viernes Santo”.

Al principio solo estaban 15 músicos, lejos de los 50 que forman ahora la banda, “y la verdad es que empecé sin saber qué tenía que tocar cada uno, pero poco a poco fui mejorando. Además, el hecho de ser tan joven nunca supuso un impedimento”.

La evolución “ha sido brutal, musicalmente se nota muchísimo, y estoy muy orgulloso. Creo que, en buena parte, se debe al gran ambiente que hay. Me gusta decir que somos una cuadrilla de amigos que de vez en cuando ensayamos y tocamos”.

Aunque en el tintero se le ha quedado hacer un concierto tributo a Joaquín Sabina que habían preparado para 2020 y la grabación de un disco, se marcha muy satisfecho. Y es que ahora seguirá aportando y tocando el trombón, la tuba o el bombardino, “lo que haga falta”.

Sobre el nuevo director, Jiménez solo tiene buenas palabras: “Tiene mucha experiencia, es espectacular, serio y callado de primeras, pero muy divertido cuando lo conoces. Tiene una gran personalidad y desde el primer momento apoyó a la banda de Peralta. Todos los músicos lo conocen, es un gran tuba y le gusta muchísimo la música de banda”.

Precisamente, a la hora de entregar la batuta, preguntaron primero entre los vecinos de Peralta y después contactaron con los músicos vinculados a la banda que, como en el caso de Cristian Pérez, lo había estado desde el primer día.

El nuevo director

Con estudios superiores de tuba en Musikene y grado medio de trombón, afirma que “dije que sí desde el principio, era algo que siempre había tenido en mente pero que hasta ahora no había hecho, al menos con una banda de estas dimensiones, sí con grupos más pequeños”.

Aunque el primer ensayo, cuenta, “fue un poco raro porque nadie se esperaba ese cambio y la gente se quedó un poco en shock, todos me han recibido muy bien”.

De hecho, para él la sensación de ponerse frente al público no es nueva. “Cuando tocas, también te expones, como pasa con la dirección, por lo que no me resulta raro. No tengo miedo escénico y, además, soy una persona muy tranquila, que es algo que me viene muy bien. Para mí es una experiencia nueva, algo que me pone a prueba. Creo que, además, es muy importante saber escuchar, pedir sin echar broncas y trabajar sin aburrir”.

Conocedor de la banda peraltesa, tiene claro cómo la definiría: “como un grupo de amigos; algo que es muy importante en este tipo de formaciones”.

A los músicos “les pido compromiso, el mayor posible, y que lo disfruten”. Ahora, preparando ya el Corpus Christi y el concierto de primavera, no descarta poder hacer alguna concentración de bandas o intercambio.

Y para terminar, un llamamiento a quienes tengan afición por la música: “Yo soy de fuera y allí la banda desapareció. Creo que la escuela de música es un pilar fundamental para que esto no suceda, así que animo a la gente de Peralta a que se apunte a aprender un instrumento, independientemente de la edad, y preferiblemente uno de banda”, ríe.