lakuntza - El servicio de interculturalidad Anitzartean de la Mancomunidad de Sakana presentó ayer su nuevo logotipo, tres manos de diferentes tamaños y colores sobre un círculo negro, un diseño realizado por Elena Vera que resume la filosofía de este servicio que ha cumplido 10 años gestionando la diversidad cultural que hay en la comarca.

“Al color negro le damos un carácter positivo porque es el color de vecinos de Sakana y las manos simbolizan la acogida, bienvenida, sujeción en momentos difíciles. Su posición las coloca en el mismo plano, horizontal, de igual a igual”, explicó Bego Zestau, la técnica de este servicio. “También expresa transversalidad, tal y como es la actuación del servicio, presente en todas las esferas de la vida de la persona. Que sea circular facilita mirarse y que nadie quede arrinconado”, abundó.

Zestau estuvo acompañada en la presentación de una treintena de personas entre profesionales de la educación, representantes de Servicios Sociales de Base, ayuntamientos, técnicos municipales, miembros de la plataforma Sakana Harrera Harana y personas a título individual tanto locales como de origen extranjero que tienen o han tenido relación con este servicio, entre oros. “La estrecha coordinación con todos hace que cada año sean más las actividades que se llevan a cabo”, destacó.

Precisamente, ayer también se presentó un plano de Sakana en el que se recogen las actividades realizadas durante este tiempo, tanto en cada pueblo como a nivel local y también fuera de la comarca, en torno a 150. Al respecto, explicó que a la hora de organizar una actividad, una vez recibida la propuesta, que debe ser acorde con los objetivos del servicio y el presupuesto, el trabajo de este servicio es de hacer de puente.

Zestau también habló de los indicadores que maneja el servicio y que hacen ver que “vamos dando pasitos por el sendero de la interculturalidad, promoviendo valores de igualdad, respeto, diversidad y no discriminación entre otros. También tratando de desactivar los rumores que afectan negativamente a la convivencia”.

Asimismo, destacó que cada vez más la población local se está implicando en la acogida y conocimiento de la población migrada, abriéndose vías de apertura a la integración. “Cada año son más personas, grupos, colectivos locales que participan en el servicio”, subrayó. Asimismo, puso en valor la labor del mediador lingüístico e intercultural con la población árabe. “Está haciendo un trabajo exquisito. El entendimiento y por lo tanto, el acercamiento entre dos culturas diferentes, está siendo cada vez más real y auténtico”.

Recordó que Anitzartean forma parte de Zaska, la red antirrumores de Navarra, que está sirviendo de ejemplo para otras zonas de la geografía Navarra. - N.M.