Con el mercurio rondando los 40º, el día más caluroso en Altsasu de esta ola de calor, la campa de San Pedro volvió ayer a ser lugar de encuentro de los y las altsasuarras, la fiesta entre las fiestas de la villa. Además, cayó en sábado, por lo que muchos que viven o trabajan fuera no se perdieron esta fiesta a la que se suelen unir numerosos invitados. Así, a la sombra de los centenarios robles de San Pedro, se reunieron familias y cuadrillas para celebrar comidas preparadas con tiempo y mimo a las que le siguen largas sobremesas, con escapadas a los bares y al puesto del Ayuntamiento, donde se reparte vino en las tazas tradicionales tazas de plata, 600 litros en total. También se daba mosto y agua, y es que la bebida y la comida junto con el zortziko son los pilares de esta fiesta.

El primer zortziko fue después de una misa celebrada al aire libre, con los quintos y quintas de este año a la cabeza. A pesar del calor, fueron muchas las personas que se animaron a bailar, con cinco zortzikos a mediodía. El más concurrido fue después de una concentración para pedir justicia para los jóvenes de Altsasu, que llevan mucho tiempo sin poder disfrutar de esta fiesta.

Por la tarde hubo más zortzikos. Como manda la tradición, el primero corresponde al alcalde pero no lo pudo bailar por prescripción médica. “He andado con un virus que afecta al hígado y aunque ya estoy bien, hasta la siguiente analítica me han prohibido hacer esfuerzos físicos”, señaló Javier Ollo. En su lugar bailó el concejal Pedro Jiménez.

Otra costumbre ligada a esta fiesta es el reparto de puros, 750 en total, anunciado por cohetes y txistus a las cinco de la tarde.

Si bien por la mañana DYA Sakana trasladó a dos personas por golpes de calor, la tarde transcurrió tranquila en este aspecto. Todo tiene su lado bueno y las altas temperaturas de ayer propiciaron la venta de sombreros y pistolas de agua en los puestos del pequeño mercado que se forma a la entrada de la campa. También fue un buen día para los heladeros pero sobre todo para los bares.

El calor fue remitiendo según avanzó la tarde, con rachas de aire fino que mecían las hojas de los robles y agradecían el cuerpo. Así, a muchas personas les costó abandonar San Pedro, prolongando la velada hasta la noche. Otras muchas personas bajaron al pueblo, donde la fiesta continuó con bailables en la plaza.

Este robledal centenario acogerá hoy la romería de Urdiain. Y es que ambas localidades comparten la titularidad de la ermita, de donde parte una de las mugas de Altsasu y Urdiain. Lo cierto es que este lugar está rodeado de leyendas populares en torno a la disputa de su propiedad. También hay otra leyenda de carácter histórico que dice que en este lugar fue proclamado Garzia Ximenez como primer Rey de Navarra en 717, tal y como se afirma en el dintel de la puerta y niegan los historiadores. Cierto o no, todos los pueblos del valle de Burunda, desde Ziordia hasta Bakaiku, estuvieron exentos de impuestos hasta el siglo XV por ser la cuna de la monarquía de Navarra.