altsasu - La pasada semana comenzaron las obras de restauración de la torre de Basaluze, el castillo como es conocido en Altsasu, una antigua estación de telegrafía óptica de la línea Madrid a Irún catalogada en el Inventario Arqueológico de Navarra. Y es que es la única torre que quedan en pie en Navarra de esta línea, la primera de las tres construidas en el Estado. Esta actuación fue adjudicada a la empresa Construcciones Leache, con un presupuesto de 226.179 euros, IVA incluido, a cargo del departamento de Cultura, Deporte y Juventud. No obstante, la propiedad es del Ayuntamiento de Altsasu, que firmará un convenio con este departamento para su gestión. “Se deberá determinar el uso que se le dará, para lo cual deberemos tener muy presente las especiales circunstancias de acceso al lugar y su ubicación”, apunta el alcalde, Javier Ollo.

Y es que esta torre está situada en las faldas de Urbasa, a 675 metros de altitud. En la actualidad solo se conservan los muros construidos con piedra caliza de la zona y cimentación de sillarejo. De base cuadrada, el cuerpo principal es de 6,35 metros de lado y 6,65 metros de altura. Con huecos en sus plantas y en todas sus caras, tiene una composición neoclásica, propia de la época, con sillería en las esquinas, enmarcado de huecos, fajas a la altura de los forjados de planta y cornisa moldurada en la cubierta, donde se situaba el mecanismo de las señales. El proyecto propuesto pretende la restauración arquitectónica de la torre conforme a las características originales.

Comenzó a construirse en 1844 y entró en funcionamiento en 1846 con uso exclusivamente militar. Pero su periodo de actividad fue corto por la instalación del telégrafo eléctrico. Así, se dejó de utilizar en 1855. En Navarra había otras dos torres de esta línea ideada por el coronel José María Mathé, con 52 estaciones que unían Madrid con la frontera francesa. Otra estaba en Ziordia, a 4.696 metros de la de Basaluze, y una tercera también en Altsasu, a 4.173 metros, en el término de Engara. Ambas están en estado de ruina.

De toda la red ideada por Mathé finalmente solamente se construyeron tres líneas. La segunda fue Madrid-La Junquera, que sólo funcionó plenamente a partir de 1849 en el tramo entre Madrid y Valencia a través de 30 torres. La tercera linea comunicaba la capital con Andalucía, 59 torres en total. Comenzó a funcionar por tramos hasta su conclusión en febrero de 1853.