¿Os gusta leer?, fue la primera pregunta que hizo Josune Azpiroz a los niños y niñas de 8 años que han participado en el taller Irakurkide, puesto en marcha este mes de julio en Altsasu dentro del programa Aisiz Blai. La respuesta fue casi unánime, con un sonoro no. Pero cuando se les preguntó si les gustaban los perros, todos y todas respondieron que sí. Y es que esta innovadora a propuesta busca el fomento de la lectura en euskera con los perros como apoyo.

Con la ayuda del Instituto navarro del euskara-Euskarabidea también se han llevado a cabo otros talleres, ocho en total, con un grupo de jóvenes de 12 a 16 años de UdaGazte y otro grupo de Gu Geu Gazte, de jóvenes con diversidad funcional de 12 a 30 años. Han participado 50 personas en total. A través de la participación de los perros en las actividades, se pretendía fomentar la lectura y utilización del euskera además de favorecer espacios positivos de ocio y disfrute con el euskera. Así, en un taller se dividió a los participantes en grupos, que debieron leer los cuentos. “Les decimos que los perros no saben leer y se lo cuentan ellos”, explica Azpiroz. En otro se trabajó de otra manera, con preguntas que llevaban los perros, mientras que en otro taller se completó un cuento a modo de puzzle con la ayuda de los canes.

“Partimos de que los beneficios de la participación de los perros puede aumentar la motivación e interés en la lectura, creando un espacio acogedor y de confianza propicio para disfrutar de una buena lectura”, incide esta psicóloga. “Cuando les dices que les van a leer un cuento con perros les cambia la cara”, asegura. Y es que las aplicaciones de los beneficios de la interacción con animales para esta entidad surgida en 2011 parece que no tiene fin.

“Es un proyecto distinto a lo que venimos realizando hasta el momento”, apunta Azpiroz. “Los niños y niñas suelen tener dificultades para leer, les cuenta, y no quieren leer”, abunda. Para llevarlo a cabo han contado también con la colaboración de la librería Arkatz, tanto en la selección de los libros como en la elaboración del material adaptado para los perros. “No dudó en sumarse al proyecto. Tampoco los diferentes recursos dirigidos a la infancia y juventud en Altsasu”, recuerda. “Estamos muy agradecidas. Ha sido una experiencia muy bonita que queremos que tenga continuidad”, observa.

La temática seleccionada para los talleres ha sido la mitología, poniendo el foco en las leyendas locales. Una de ellas era Mainamikirri, esa bruja un poco trasto que vivía en un molino de Altsasu. “Nos parecía importante, además de fomentar el euskera, hacerles llegar a txikis y jóvenes las historias de nuestro pueblo de una forma divertida”, observa Azpiroz. Así, se unió a este proyecto Castillo Suárez, que adaptó la historia de esta sorgiña que siempre llegaba tarde en un libro con dos cuentos, La hija del rey y Gatos negros, unos relatos llenos de magia y misterio que forman parte del imaginario colectivo en la villa. Así, libro en mano y con la proyección de las ilustraciones realizadas por José Mari Morcillo, Morkots, la escritora se acercó a Zelandi para leer los cuentos a los txikis y a los perros, mezclados con el grupo, todos muy atentos al relato. Asimismo, pudieron hablar con esta escritora una conversación muy animada sobre literatura.

Y como no podía ser de otra manera, antes y después, pudieron tocar a Nipón y Lua, dos preciosos y pacientes labradores que se dejaban querer. Para algunas criaturas era el momento más esperado por el que bien merecía la pena escuchar las historias de Mainamikirri, mientras poco a poco, casi sin darse cuenta, la historia de esta sorgiña se hacía también suya.