- El albergue de transeúntes de Altsasu ha vuelto a abrir sus puertas esta semana con un servicio excepcional de 24 horas sin límite de estancia hasta que finalicen las medidas de confinamiento impuestas por la crisis del coronavirus. No obstante, se ha reducido su capacidad a la mitad, de ocho a cuatro plazas, y se ha establecido un protocolo para garantizar la seguridad de las personas que ofrecen este servicio, adjudicado a la asociación Batuta, y las personas usuarias. Así, se les tomará la temperatura y en caso de que supere los 37,5º se consultará con Centro de Salud las medidas de protección a adoptar. Asimismo, se deberá mantener una distancia mínima de 2 metros, según destaca el alcalde de Altsasu, Javier Ollo.

Este servicio quedó suspendido el 13 de marzo, después de que la Junta de Gobierno Local acordase el cierre de todas las instalaciones municipales. Asimismo, cuatro días después, la consejera de Derechos Sociales emitió una Orden Foral por la que se suspendía la prestación de los albergues de 12 horas, como es el caso del de Altsasu. No obstante, se precisaba que "sin perjuicio de las actuaciones que desde el Gobierno de Navarra pudieran establecerse para garantizar la prestación del servicio con cobertura 24 horas y/o el uso de dichas instalaciones".

A falta de su inauguración oficial, el nuevo albergue de transeúntes abrió sus puertas el pasado febrero en un piso de las antiguas casas de camineros de Altsasu, un local cedido por el Gobierno de Navarra al Ayuntamiento para 20 años prorrogable por periodos de cinco años hasta un máximo de 50 años. Asimismo, concedió una subvención de 50.000 euros para las obras de adecuación, que comenzaron a finales de 2018 y finalizaron el año pasado. A esa cantidad se sumaron 106.110 euros a cargo de remanente de tesorería.

El pasado año se registraron 408 pernoctaciones de las cuales 284 eran de personas que acudieron una sola vez. La mayoría eran hombres y de nacionalidad española, con 88 extranjeros en todo el año y 15 mujeres. Los servicios prestados fueron de acogida desde la 20.00 horas a las 8.00 horas, con servicio de cena, ducha, ropa, desayuno y bocadillo. Si bien la norma del albergue es que una vez cada tres meses se puede pernoctar, se hace una excepción en caso de ola de frío cuando el termómetro baja de 5º. Por ello, también se ofreció cenas y ducha caliente a personas que no les correspondía quedarse a dormir.