- Transcurrido un año desde la denuncia pública realizada por Gurelur de toneladas de vertidos de ropa acumulada en unas naves abandonadas en Ziordia, esta asociación medioambiental denuncia la "inacción" del departamento de Medio Ambiente. "Un año es un periodo más que suficiente para haber obligado a la empresa guipuzcoana a retirar la ropa vertida ilegalmente", dicen. Al respecto, señalan que se trata de ropa de cama, zapatos, prendas de vestir y de deportes, procedente de una campaña que se lleva en Gipuzkoa para su reciclaje. Asimismo, alerta de "la agresión ambiental en la que ha incurrido la empresa responsable, que obtiene unos cuantiosos beneficios, ya que está cobrando como si la ropa que aportan los ciudadanos se estuviera reutilizando". A juicio de Gurelur "lo que está incurriendo en Ziordia es posible por la patente de corso que las empresas contaminantes tienen en Navarra por la inacción del Gobierno de Navarra y por la execrable gestión que realizan algunas empresas de sus residuos o de los que deben reciclar".

Desde el Gobierno de Navarra niegan inacción. "El departamento de Medio Ambiente inició la investigación de la mano de Policía Foral. Identificamos al gestor de la empresa y también descubrimos la participación de un transportista", señalan desde este departamento. "Esta tarea fue costosa porque la nave donde están depositadas esas ropas está abandonada y no hay una empresa detrás a la que poder pedir responsabilidades", inciden.

También señalan que era ropa que la empresa había descartado para donar al considerarla inservible para la reutilización y su destino legal eran un vertedero. "Esta ropa depositada en la nave no genera ningún tipo de contaminación. Si lo hiciera, el departamento habría actuado de urgencia", sostienen. Asimismo, señalan que "estamos ultimando las gestionen para que la propia empresa sea quién evacue esos residuos con un destino legal, que sería una vertedero, sin perjuicio de que el departamento tome la medidas coercitivas oportunas".

Los vertidos se realizaron en septiembre de 2019, tal y como denunció ante Policía Foral el Ayuntamiento de Ziordia.