El miércoles se presenta en el Centro Cultural Iortia una muestra del trabajo de recopilación, análisis y salvaguarda del patrimonio oral de Altsasu realizado por la empresa Labrit Multimedia a lo largo de 2019; un retrato del siglo XX en la villa a través del testimonio de 46 vecinos y vecinas. Será a partir de las 17.00 horas. Además, este acto se repetirá el próximo miércoles 27 en el mismo horario. Para acudir se debe retirar las invitaciones en Iortia. “Será también un reconocimiento a las personas que han aportado su testimonio, sobre todo a las que ya no están entre nosotros y nosotras”, apunta Jokin Zelaia, concejal de Memoria Histórica y Convivencia.

Lo cierto es que el pasado siglo un tiempo de grandes cambios en las villa, que fue muy ilustre a partir de 1907, cuando Alfonso XIII le otorgó el título a este pueblo que experimentó un importante incremento de la población tras la llegada del ferrocarril en 1864. Pero fue a partir de mediados de esa centuria cuando Altsasu dio el salto definitivo de un modo de vida rural a una sociedad industrial; cuando se instalaron diferentes empresas que necesitaban mano de obra. Lo cierto es que de los 3.585 habitantes censados en 1950se pasó a 7.276 en 1981, estabilizándose la población a partir de esa fecha.

Así, la Altsasu más rural, historias de ferroviarios, rituales, celebraciones y la inmigración conforman un relato construido a partir de 143 horas de memoria grabadas y 3.713 recuerdos. “Una de las conclusiones extraídas de la recopilación de la memoria es que Alsasua era un pañuelo”, señalan desde Labrit. Se podrá ver un audiovisual de 51 minutos editado con fragmentos de entrevistas agrupados pro temas. “A cada persona que ha participado se le entregará una copia de su entrevista”, apunta Zelaia, al tiempo que señala que están estudiando diferentes fórmula para su difusión.

Esta recopilación, con un presupuesto de 13.294 euros más IVA a cargo de la partida destinada a actividades de memoria histórica, tenía como objetivo entrevistar al 0,62% de la población del censo municipal de 2017. Cada entrevista conforma una unidad de patrimonio inmaterial, historias de vida que se han recogido en formato audiovisual con el fin de preservar y transmitir a las actuales y futuras generaciones el patrimonio inmaterial de Altsasu. Se enmarca en el proyecto Navarchivo, el Archivo del Patrimonio Inmaterial de Navarra, impulsado y gestionado por la Universidad Pública de Navarra, y engrosará dicho archivo.

EJERCICIO DE MEMORIA

La recolección del maíz, la trilla, el pueblo cerrado con barreras para que el ganado no se escapara al campo o el lavadero afloran entre los recuerdos de aquella Altsasu rural, cuando en la mayoría de las casas había ganado. “Alsasua no tenía aceras, sólo en la plaza. Lo primero que hicieron después de la guerra fue poner las aceras”, cuenta José Luis Fernández de Garayalde, nacido en 1935.

La estación, llena de actividad en un tiempos, y los ferroviarios es otro tema recurrente. En este viaje por el siglo XX no falta la fundición, la desaparecida FASA, la primera industria instalada en la villa, un trabajo duro pero que alivió la economía doméstica. Algunos mayores también hablan de una juventud gris en la postguerra, de hambre y penurias pero también de celebraciones, de días que daban color a sus vidas y de la plaza llena de parejas bailando en torno al kiosko y el viejo nogal. La escuela es otra parte importante de los recuerdos y también la llegada de los extremeños, con relatos de que supuso en el pueblo y también de personas que llegaron a Altsasu desde Extremadura.

El importante incremento demográfico supuso la pérdida de ancestrales costumbres, que fueron recuperadas años después. También la pérdida del euskera y las diferentes iniciativas que se llevaron a cabo para recuperar la lengua, en especial la creación de la ikastola Iñigo Aritza hace ahora medio siglo. Asimismo, se habla de la llegada de la tele, un artículo de lujo en un tiempo y que era motivo de frecuentes visitas de las vecinas, como recuerda Mª Ángeles Artola, nacida en 1935, y de las primeras mujeres con pantalón, otro hito en el camino hacia la igualdad.

Entrevistas a 46 mayores de Altsasu

Son Venancio Amillano Urdiain, Luis Mari Lopez de Goikoetxea Suesku, Santi Zelaia Urrestarazu; Kontxi Lezea Lapuente, Gerardo del Olmo Ramirez de Alda, Petri García Gómez, Mari Carmen Goicoechea Napal, José Luis Fernández de Garayalde y Lazcano Albiztur, Aurea Hernando Sález, José Luis Pérez Orive, Luis Mari Bergera Fernández, Candi Arnanz García, José Crespo Larraza, Concepción Mazkiaran Agirrebengoa, Alonso Asensio Vaquerizo, Amelia Carabias Valliciergo y Justino Iguzkiza Otxoa.

La lista continúa con Gerado Olmedillo Aldasoro, José Urizar Ostiza, Aurelio Lucas Andrade, Julia Talavera Solís, Emilio Boulandier Maiza, Patxi Goikoetxea Askorbe, Mª Jesús Uribarrena Alberdi, Cristóbal Lanz Lapuente, Alberto Urjiko Pérez, Mª Antonia Gastaminza Audicana, Teresa Goicoechea Galbete, Ramón Mendia Delfrade, Mª Luisa Mazkiaran Guridi, Mertxe Mazkiaran Guridi, Francisco Mateo Elosegui, María Román Casasola, Fernando Sayas Mendia, Mª Jesús San Román Mazkiaran, Enrike Fernandez de Garaialde y Lazkano Zelaia, Araceli Barandiaran Ameztoi, Pilar Sanz Fernández, Conchi Mendia Elorza, José Herrera Tiburcio, Mª Rocío de la Marta, Mª Ángeles Artola Igoa, Maribel Mazkiaran Perkaz, Juanita Mazkiaran Iturrioz, Mª Inés Gorriz Suescun y Mª Teresa Arnedo Martínez.