- El proyecto del gasoducto que la empresa Nedgia quiere construir entre Etxeberri y Lekunberri, se dirime en los tribunales. Y es que los ayuntamientos de Arakil y Larraun recurrirán la sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Navarra que desestimaba el recurso presentado por ambos consistorios en agosto de 2020 contra la resolución de la dirección del Servicio de Ordenación Industrial, Infraestructuras Energéticas y Minas de Gobierno de Navarra por la que se aprobaba la ejecución del proyecto y su reconocimiento de utilidad pública.

"La sentencia no es firme y ambos ayuntamientos agotaremos la vía judicial", destaca la alcaldesa de Arakil, Oihana Olaberria. "No se ha entrado al debate jurídico, sino que se enumeran hechos fácticos cuando consideramos que hay argumentación jurídica suficiente para ello", incide.

Lo cierto es que el proyecto se encuentra paralizado por otra sentencia, en este caso firme, del último recurso contencioso-administrativo interpuesto por la empresa contra una resolución de la alcaldía en la que se denegaba la solicitud de certificado de silencio administrativo y se informara sobre la suspensión del plazo para resolver la solicitud de la licencia de obras presentada por la empresa. El fallo da la razón al Ayuntamiento de Arakil, que argumentaba que el permiso de obras queda suspendido por el contencioso-administrativo con el Gobierno de Navarra así como por la falta de autorización de uso en suelo urbanizable.

Entre otras cuestiones, en el recurso de los ayuntamientos de Arakil y Larraun se incidía en los efectos medioambientales, principalmente en la Zona Especial de Aralar, del proyecto promovido por Nedgia y planteaban otro alternativo por el trazado del antiguo tren del Plazaola. Con una longitud de 14.671 metros, el trazado previsto transcurre por Etxeberri, en Arakil así como por cuatro concejos de Larraun: Madotz, Oderitz, Astitz y Alli antes de llegar a Lekunberri. El presupuesto es de 2.814.869,62 euros.

"Ecológicamente es una aberración, técnicamente es la opción más dificultosa porque atraviesa una zona kárstica y económicamente dudamos mucho de que sea la más barata", destaca Olaberria. "No entendemos la bicefalia del Gobierno de Navarra a la hora de poner en valor Aralar, ensalzando sus paisajes y promoviendo proyectos que los destrozan".

Por otro lado, la alcaldesa incide que "no estamos en contra del suministro de gas a Lekunberri. Aportamos un informe pericial que avala nuestra propuesta de aprovechar el espacio del conducto que quedó inutilizado con la obra de canalización del agua de Iribas a Irurtzun, una de las que barajaba Nedgia en un principio". Asimismo, señala que "los dos ayuntamientos no compartimos el modelo energético que promueve el Ayuntamiento de Lekunberri".

Este proyecto también cuenta con el rechazo de una parte de la población, que se ha aglutinado en torno a la plataforma Aralar zaindu dezagun!, que ha organizado diferentes actividades.

El proyecto. El trazado es de 14,6 kilómetros que transcurren por Etxeberri, en Arakil así como por cuatro concejos de Larraun: Madotz, Oderitz, Astitz y Alli antes de llegar a Lekunberri. Cuatro discurren por la ZEC de Aralar.

Alternativa. Los ayuntamientos de Arakil y Larraun plantean otro trazado por el antiguo recorrido del tren del Plazaola que aprovecharía el espacio del conducto que quedó inutilizado con la obra de canalización del agua de Iribas a Irurtzun.