Desde que en 1932 se fundara la empresa danesa Lego, una generación tras otra de niños han crecido desarrollando su imaginación y creatividad con estos bloques de construcción. A lo largo de sus casi 90 años de historia las temáticas que giran en torno a estas piezas de plástico son infinitas y depende de la capacidad de cada uno para mostrar un escenario nuevo, único y diferente. En este contexto, las fiestas de San Fermín no podían quedarse al margen y desde hace tres años tienen su espacio en el programa presanferminero de la ciudad.

En el mes de junio el Ayuntamiento de Pamplona ha organizado dos talleres en el Palacio de Condestable, uno en castellano y otro en euskera, en los que se ha recreado el recorrido del encierro, las barracas, las salidas de las peñas o la fachada del Consistorio. Los más pequeños participantes han dejado volar su imaginación acompañados de la experiencia de Mikel Gómez y de su pareja Erika Ainaga. Ambos propietarios de la tienda y legoteca Discover bricks.

“Es alucinante la creatividad que pueden llegar a tener los niños. No me dejan de asombrar de qué son capaces de realizar”, indica Gómez. Durante todo el taller, los participantes siguen en todo momento las indicaciones de los monitores para construir los diferentes momentos sanfermineros, pero “se les deja libertad para inventar, porque en realidad, de eso se trata. Lego está concebido para explorar la imaginación”, añade.

En el transcurso de ambas jornadas, los txikis han utilizado figuras y accesorios específicos para la temática y han aprendido técnicas concretas para estas creaciones. El equipo de Discover bricks les ha proporcionado los materiales y recursos necesarios para emular escenarios sanfermineros. “Lo más difícil es encontrar ciertas piezas entre las 9.000 diferentes existentes de Lego, disponibles en 58 colores y en 15 series. Hay que quitar un pantalón de uno, el pañuelo de otro... y así ir componiendo los personajes. Para otros elementos como el vallado basta con los bloques clásicos de cualquier colección, por ejemplo”.

Desde que hace seis años comenzara Mikel Gómez su aventura en la organización de talleres, a propuesta del ayuntamiento tras su participación en una exposición en el Condestable, “la acogida siempre ha tenido muy buena respuesta”, comenta. Este apasionado del mundo Lego imparte cursos escolares en colegios, además de los organizados por el Ayuntamiento de Pamplona: “El último que hicimos con ellos fue en navidades. Preparamos seis talleres distintos sobre mitología romana, griega, egipcia, maya, nórdica y vasca. Nos piden temáticas muy especiales y concretas, por ejemplo, para Semana Santa los mundos de Julio Verne”, recalca.

Por lo general, los talleres acogen a grupos de unos 40 txikis, sin embargo a causa de la pandemia, el aforo está limitado a ocho. “Es una pena. Hay muchos niños y niñas interesados que se han quedado fuera”.

Estos talleres no son exclusivos para los más pequeños. Durante el año enseñan en la Casa de Misericordia. “Les sirve para mejorar su motricidad, pero también les transporta a su época de niñez”, explica. La acogida por parte de los residentes ha sido excelente y ejemplo de ello es que estas pasadas navidades, a pesar de que no disfrutaron del belén que les construía la Asociación de Belenistas, ellos mismos se propusieron hacer un belén con las figuras lego. “Ha sido espectacular cómo algunas personas continuaban fuera del horario del taller. Llegabas al viernes siguiente y decías ‘ahí va, cómo ha crecido esto’. Increíble”, destaca.

Por otro lado, en el local de Discover bricks, ubicado en la calle Madrid de Pamplona, en el barrio de Erripagaña, Mikel Gómez y Erika Ainaga ofrecen un espacio de Legoteca a los niños y niñas, donde cuentan con hasta 20 temáticas distintas: Harry Potter, Star Wars, superhéroes de Marvel, monstruos, ninjago, piratas, dinosaurios, Disney Friends... “Construyen lo que les apetece, sin tapujos”, comenta. Aquí, los más pequeños pueden jugar desde las cuatro hasta las siete y media de la tarde de lunes a viernes. “La tienda cierra a las ocho de la tarde, pero media hora antes desinfectamos todo el material”, expone.

Imaginación y diversión

Un mundo por explorar

Diseñados por prestigiosos pedagogos, durante más de tres décadas, los bloques de construcción Lego, de fama mundial, están pensados para incentivar la creatividad e impulsar el desarrollo cognitivo de los niños y de los no tan niños.

Lego no es simplemente un juego mantenido durante años en el interés de varias generaciones. Y esto no se debe solo a una cuestión de marketing. Lego logró cruzar las fronteras de lo lúdico para convertirse en una empresa socialmente responsable con el medio ambiente y la niñez desprotegida de los países subdesarrollados. La compañía tiene previsto invertir hasta 400 millones de dólares a lo largo de tres años en este tipo de acciones. Por ejemplo, la eliminación gradual de las bolsas de plástico de un solo uso que se utilizan en las cajas de Lego para empaquetar los ladrillos sueltos. Esto es parte de su objetivo para lograr que todos sus envases sean sostenibles a finales de 2025. A partir de 2021, las bolsas de papel reciclable certificadas por el Forest Stewardship Council se probarán en cajas.

Asimismo, el universo Lego estimulan la creatividad de los niños para que puedan construir sin límites mundo imaginarios. Las ideas de simetría, formas, equilibrio y tamaños son algunos de los conceptos que se exploran durante la experiencia lúdica. Además, permite que los más pequeños desarrollen la destreza motora, sobre todo la motricidad fina, a partir del ensamble de piezas de todas las formas y colores. También, contribuye a fomentar el trabajo en equipo y a desarrollar la persistencia. Al mismo tiempo, mejora la autoestima de los pequeños cuando pueden desplegar toda su imaginación y sus habilidades para lograr mundos increíbles, aprovechando al máximo todo su potencial.