sangüesa/Zangoza - La mayor parte de escolares de Sangüesa acude andando a los centros de estudio y este hecho facilita el desarrollo del Proyecto de Caminos Escolares vinculado a la autonomía infantil a la hora de ir a la escuela adjudicado por el Ayuntamiento a Karekin Kultura (Kati Leatxe, gestora cultural y emocional) y que ayer presentó en la Casa de Cultura los resultados del prediagnóstico y los primeros pasos del proyecto para la ciudad.

Este primer estudio corresponde a la primera fase de lanzamiento y prediagnóstico (de septiembre a diciembre del pasado año), con sondeo a los agentes implicados sobre esta necesidad y para ello se ha entrevistado en profundidad a las apymas de los dos centros, colegio público Luis Gil y Zangozako Ikastola, Ayuntamiento (a los tres grupos políticos) Asociación Horizonte, Amas de Casa y Policía Municipal. Porque si bien es cierto que caminar es el modo elegido por la mayoría para ir a estudiar, también lo es que se detectan necesidades de cambio para mejorar la seguridad de los mismos y lograr la autonomía infantil.

“Partimos de que es una propuesta completa de participación ciudadana en pro de la autonomía para ir a la escuela y era y es fundamental la implicación de la vecindad, que se ha conseguido con un compromiso a futuro”, señala la responsable del proyecto, Kati Leatxe.

INSEGURIDAD Las conclusiones más importantes del prediagnóstico revelan que, aunque la vida cotidiana de la vecindad está muy ligada al uso del coche, la mayor parte de su alumnado acude caminando a los centros (solo una quinta parte de las familias encuestadas utiliza el coche), pero la mayoría acude acompañada de familiares o amigos porque existe una percepción de inseguridad vinculada al automóvil, tanto en el trayecto como a su presencia en el entorno escolar. Ésta es mayor en CP Luis Gil, ubicado al lado del río y dentro del Casco Antiguo (el 32% de las familias acuden en coche), mientras que en la ikastola, ubicada en una zona nueva con espacios más ordenados y amplios, lo utilizan un 17%. En conjunto, las respuestas indican que la mayoría, el 69% del alumnado asiste a los centro escolares hasta los 12 años en modos no motorizados. La cifra de los que van acompañados se eleva al 91,%, mientras que el 7,8% lo hace solos. En las extraescolares esta cantidad aumenta al 16,8%.

La vuelta a casa también incrementa el uso del automóvil hasta el 25%. A mayor edad, mayor desplazamiento a pie. La edad del cambio la marcan los 9 años.

EL FACTOR DE LA EDAD Siendo el tráfico por un lado y la distancia al centro escolar por otro factores de peso que posibilitarían el desarrollo de los caminos escolares, las familias indican que es la edad la cuestión principal para que sus hijos no vayan solos a la escuela. “Se les considera demasiado pequeños, lo que incidedirectamente en la cuestión de la autonomía infantil y la capacidad de afrontar los riesgos existentes”, refleja el estudio.

Otros factores desfavorables que impiden el desplazamiento a pie a los centros son los que tienen que ver con los estilos de vida y la organización de los tiempos.

Estas valoraciones sobre el uso del coche y los modos de vida coinciden con la filosofía y los objetivos de los proyectos de Caminos Escolares, que contemplan, asimismo, las necesidades de cambio incluso de horarios para no coincidir con la salida de las fábricas, y que tienen en cuenta temas de salud medioambiental y hábitos más saludables.

IMPLICACIÓN Dispuestos a hacer de Sangüesa una ciudad más habitable, los agentes centrales en el desarrollo de este proyecto, familias, centros educativos y administración local han ido realizando actuaciones en esta línea. El estudio detecta que el interés de desarrollar el citado proyecto en la ciudad es alto (de 0 a 10, del 8,53%).

“Hay interés y compromiso, un porcentaje alto (30%) ha indicado su posible disposición a formar parte de un grupo motor”, subraya Kati Leache, satisfecha por la implicación ciudadana.

Arranca la segunda fase de talleres, formación, estudios de arquitectura urbana, etc, que se extenderá hasta mayo en el que quedará cerrado, a la espera de que el nuevo Ayuntamiento se asiente.

El actual lo apoya al completo y ya está realizando actuaciones que además de favorecer a los caminos de los colegios, incidirán sobre la movilidad de la localidad.

Las rutas marcadas de manera natural por los propios escolares ya están más cerca de ser más seguras y amables, de tal modo que favorezcan la autonomía y una elección libre de miedos e inseguridades. Es la propia esencia de los Caminos Escolares en Marcha.