"Esta obra representa un crómlech, monumento megalítico constituido por varias piedras en círculo clavadas en el suelo; y el baile infantil del korrontxo", explicó Félix Zaratiegui, impulsor del proyecto artístico el Paseo Megalítico en Eslava. El sábado pasado a las 21.30 horas más de 150 personas acudieron a la inauguración del último espacio de este conjunto escultórico, denominado Korrontxos, compuesto por cinco piedras de grandes dimensiones con siluetas de personas, basadas en las estaturas del propio artista, de su hija y de tres niñas de la localidad. Ubicado en un terreno, que durante décadas acogió una huerta, "está hecho al vacío en homenaje a los ausentes del pueblo, pero cuyo espíritu continúa presente", indicó Zaratiegui, que agradeció a Jesús Ángel Guillén y a María Jose Gil la cesión de esta propiedad. En el acto también intervino el alcalde en funciones de Eslava, Ignacio Barber, que felicitó a Félix Zaratiegui por su implicación con el pueblo y a todos los vecinos y vecinas por su participación en el proyecto. "Escuchamos ahora hablar de despoblamiento, pero acciones así muestran que habitantes como los de Eslava quieren mantener vivos las zonas rurales", manifestó. fomentar las zonas rurales Korrontxos ha contado con el apoyo de Landarte, el programa rural y artístico del departamento de Cultura del Gobierno de Navarra para dinamizar la actividad en los municipios de la Comunidad Foral. Estefanía Munárriz, gestora de esta iniciativa pública, asistió por segundo año consecutivo a Eslava, ya que en 2018 Landarte subvencionó El Caminante, un gigante de piedra de cinco metros. "Perseguimos fomentar el espíritu artístico en las zonas rurales mediante la colaboración de las personas en auzolan. Este año cumplimos la tercera edición del programa que goza de buena salud. En esta ocasión participan ocho localidades y arrancamos en Eslava la presentación de las obras finales", detalló Munárriz. Concluidas las intervenciones, la Asociación Amigos de Eslava proyectó un vídeo de ocho minutos, elaborado por Natxo del Castillo, que mostraba el trabajo desarrollado los últimos meses. "Siete auzolan y varios talleres en los que han intervenido pequeños y mayores", recordó Zaratiegui. zanpantzar de lumbier Cuando ya anochecía y el reloj estaba a punto de marcar las 22.00 horas, el creador de Korrontxos anunció a los asistentes que en el frontón esperaba un aperitivo. El público comenzó a caminar hasta que quedó paralizado por el sonido de cencerros provenientes de una de las entradas al pueblo. Ocho zanpantzar de Lumbier encabezaron una comitiva que continuó con decenas de niños y niñas ataviados con vestuarios prehistóricos y antorchas, acompañados de vecinos y vecinas. El sonido de las esquilas interrumpió el silencio habitual de las calles durante el recorrido hasta el frontón, en el que una pared simulaba el firmamento, con las constelaciones de Casiopea, Andrómeda y la Osa Menor y los planetas. Un decorado confeccionado en los talleres del proyecto Korrontxos por los oriundos de Eslava a través de alambre, paja y guirnalda. Solo la luz de los planetas y de ese cielo estrellado y las llamas de una pequeña hoguera que ardía en la oquedad de un conjunto de piedras pintadas con motivos prehistóricos por los más pequeños alumbraban un frontón en el que predominaba la oscuridad. Los zanpantzar danzaron alrededor del fuego y el público formó varios círculos para bailar en korrontxos al ritmo de la Kalejira de la txalaparta, tocada por Iñaki Martín y Rubén Cordón, que conforman Herrenka. Posteriormente los de Irún interpretaron Hil deia que bailó el dantzari Iñaki Fortún, de la compañía Fueradeleje de Pamplona. "Mi actuación se ha basado en movimientos primitivos en combinación con la txalaparta y el fuego, uno de los cuatro elementos de la naturaleza", detalló Fortún. zikiro para todos Por último, la Asociación Amigos de Eslava convidó al público a txistorra para los niños y niñas y a un zikiro para los demás. Con este acto, termina el proyecto Paseo Megalítico, compuesto por seis espacios escultóricos, ubicados en diferentes zonas del pueblo: Mirador, Cinco cipreses, Enigma, Agujas, Caminante y Korrontxos. "El próximo año habrá que pensar cómo acondicionar el pasadizo medieval", concluyó Félix Zaratiegui, con intención de continuar con nuevas iniciativas.