- Adaptado como cualquier otro Ayuntamiento a la situación provocada por la covid-19, y en medio de un verano atípico en el que todo está condicionado por las consecuencias del coronavirus, para Aibar llegó la fecha de celebración del concurso de pintura al aire libre Pintor Crispín de Aibar/Oibar y, tras valorarlo conscientemente, su Ayuntamiento decidió convocarlo y el sábado se llevó a cabo.

Mantener la Cultura, sobre todo, y el hecho de que sea un certamen al aire libre, son dos argumentos que han pesado en la decisión responsable y acorde con las circunstancias. "No queremos renunciar a mantener la cultura viva, a sostener todo lo que se pueda contra viento y marea", expresó el concejal de Cultura, Alberto Goñi, al tiempo que añadía que ver pintar y disfrutar del arte en las calles de su localidad en estos días, cumpliendo la normativa del momento, era un aliciente con el claro objetivo de mantener el acto.

En la 17ª convocatoria tomaron parte cinco adultos y cuatro niños, de los que entregaron obra, cuatro y tres en cada una de las categorías. De acuerdo con las bases, los adultos se colocaron en diversos lugares del pueblo para inmortalizar en sus lienzos los rincones elegidos.

"El número de participantes y el hecho de que la actividad se ejerza por separado, prácticamente en soledad, nos dio pie a celebrarlo", recalcó el concejal.

El riojano José Ignacio Amelivia, con su obra de una amplia extensión de campo con Aibar al fondo, se hizo con el primer premio, mientras que Raúl Gil Rodríguez, de San Adrián, con su vista de la localidad, se llevó el segundo. Ambos galardones están dotados con 800 y 400 euros, respectivamente.

Por su parte, la categoría infantil fue totalmente local y femenina: Claudia Istúriz, Carla Jiménez Iglesias y Usua Garralda Ruiz, obtuvieron 1º, 2º y tercer premio.

Si la pandemia no impidió su celebración, sí que restó participación e incluso procedencia de artistas. El resto de participantes llegaron de la cercana Sangüesa y de Pamplona. "Entendemos que los desplazamientos en estos momentos cuestan más y que hay que actuar con cautela, lo consideramos suficiente", insiste Goñi. Él mismo, su compañera en Cultura, la concejal Beatriz Olagüe, Esther Abadía, pintora sangüesina y el también pintor Alberto Pérez completaron el jurado.

También de acuerdo con las bases, las dos obras ganadoras se quedarán en el Ayuntamiento, con lo que vienen a engrosar la pinacoteca particular de la villa. Las otras dos, igualmente con motivos locales, se pueden adquirir ya que están a la venta. La mirada pictórica de Amelivia y Gil se suman a la colección que el Ayuntamiento aibarés extiende de arriba a abajo de la casa del pueblo y animan las dependencias de centros municipales como el centro de día.

El consolidado concurso de pintura se enmarca en Aibar en su agenda de un verano distinto con escasa e íntima programación , porque aunque la covid no ha interrumpido la edición del certamen, "sí que lo está cambiando todo. Organizar actividades que no supongan demasiada concentración de gente no es fácil. Este año tenemos que olvidarnos de esos esquemas y sobre todo, salvaguardar la seguridad la seguridad vecinal", sostuvo Alberto Goñi.

"No queremos renunciar a mantener la cultura viva, hay que sostenerla"

Concejal de Cultura de Aibar